Las obras de mejora en las calles Antonio Herrero y Víctor de la Serna, que discurren por el centro urbano de Marbella, acabaron ayer tras más de seis meses de duración. Las reformas han conllevado mejoras estéticas en ambas vías y actuaciones en las infraestructuras soterradas y hacen que ambas calles se sumen al proyecto del Ayuntamiento de reestructurar de forma integral el casco urbano para que tenga la misma estética.

El coste de las reformas ha rondado los 550.000 euros, fondos que ha aportado la Diputación Provincial de Málaga.

Las actuaciones se han ejecutado sobre una superficie de 2.200 metros cuadrados y cuyo objetivo era «dar prioridad al peatón frente al tráfico rodado», que no podrá exceder los 30 kilómetros por hora de velocidad, según señaló la alcaldesa, Ángeles Muñoz, durante su visita a la zona junto al concejal de Obras, Javier García.

Entre las mejoras que se han ejecutado, la regidora destacó la reforma en la red de saneamiento, el cambio del alumbrado público y el sistema de riego, la sustitución del pavimento por otra más acorde con el nuevo mobiliario urbano del entorno y la renovación de los elementos de jardinería.

Las mejoras se incluyen dentro del Plan Marbella Centrodentro del Plan Marbella Centro, que proseguirá con actuaciones de mejora en la calle Sierra Blanca, que conecta la principal artería de comunicación, la avenida Ricardo Soriano, con el centro urbano. El proyecto ya está elaborado y se licitará después de la época estival, según señaló la regidora.

Las mejoras en la calle Sierra Blanca supondrán una inversión de unos 400.000 euros que aportará la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental. «El Ayuntamiento de Marbella aprovecha al máximo la colaboración con el resto de administraciones públicas», señaló la alcaldesa.

Dentro del Plan Marbella Centro destaca la obra que se ha ejecutado en la calle Alonso de Bazán, cuya inversión rondó los 400.000 euros procedentes de la Diputación Provincial. Las mejoras eliminaron gran parte del arbolado de la vía, a apesar de la oposición de diferentes colectivos sociales del municipio.

El proyecto supuso intervenir en una superficie de 150 metros lineales para renovar las infraestructuras subterráneas, como las redes de saneamiento y abastecimiento de agua potable, la mejora de la pendiente de la calle y la instalación de una red de alcantarillado para las aguas pluviales.

También se reforzaron las instalaciones eléctricas y de telecomunicaciones, el alumbrado público y el mobiliario urbano.

En el marco del Plan Marbella Centro también se han ejecutado obras en las calles Miguel Cano y Acera de la Marina, ambas peatonalizadas, o Padre José Vera.