Las actuaciones en la calle Pizarro de San Pedro Alcántara, que tienen un presupuesto de unos 1.200.000 euros, responden a una doble necesitad: la renovación integral de todas las infraestructuras que transitan bajo la rasante de la vía, como son el alumbrado público, telecomunicaciones, saneamiento y abastecimiento de agua, y el cambio en la reordenación del espacio viario, es decir, la peatonalización de la calle.

Para que la línea separativa de aguas tenga continuidad, se va a conectar la C/Pizarro con la de Marqués del Duero, por lo que es necesario hacer el cruce con la de Hernán Cortes. «En esencia esa es la justificación de actuar en Hernán Cortés y cortar la vía, porque los colectores pluviales residuales que hay que ejecutar van por la misma calzada, por lo que es incompatible con el paso de vehículos», explicó en rueda de prensa el asesor de Obras, Francisco Moreno.

Durante el trascurso de las obras, que se prevé terminarán antes de Semana Santa, se han establecido una serie de desvíos al tráfico para no dejar la zona incomunicada. Mientras, la calle Hernán Cortés permanezca cortada, se calcula que alrededor de un mes, los vehículos dentro de Pizarro podrán circular hasta la calle San Gabriel. Luego, deben girar a la izquierda para incorporarse a la calle Diecinueve de Octubre.

También cambia el sentido de dos calles: Nueva en el tramo entre Juan Ramón Jiménez y Diecinueve de Octubre; y la otra con cambio de dirección es Extremadura entre Pepe Osorio y Juan Ramón Jiménez.

«Con esto conseguimos que durante esta fase tan conflictiva se pueda seguir accediendo a todos los puntos actuales y, cuando se termine con esta primera fase, se cortará totalmente el tráfico en la calle Pizarro y se reabrirá por la calle Hernán Cortés», informó la proyectista y directora de la obra, Auxiliadora Pérez.