Un equipo de nueve profesionales sanitarios encabezado por el doctor César Ramírez Plaza, jefe del servicio de cirugía general y del aparato digestivo de los Hospitales Quirónsalud Málaga y Marbella ha practicado 112 intervenciones quirúrgicas en siete días -lo que equivale a entre 12 y 18 cirugías al día- durante una misión humanitaria en Gatundu, Kenia.

El hospital de la ciudad keniata sólo cuenta con un cirujano que acude al centro sanitario dos veces a la semana y realiza intervenciones de carácter general. Pero actualmente el facultativo está enfermo, lo que le impide operar.

Con esta misión, la segunda en seis meses y auspiciada por Cirujanos en Acción y Bisturí Solidario, el equipo ha operado a 34 niños y 47 adultos, a alguno de ellos de varias patologías, y otros de gravedad, como un caso de un tumor testicular. De los 47 adultos, destacan como novedad en esta misión los 15 casos de bocio gigante operados.

«En África, por el déficit de sal yodada que hay en la alimentación, existe todavía mucho bocio y estos tiroides tan grandes son muy deformativos en el cuello y generan en los pacientes síntomas de presión local, dificultad para tragar, desplazamientos de la tráquea y dificultad para respirar. Son intervenciones que exigen de una precisión y un entrenamiento que no puede hacer cualquiera», explicó el doctor.

Además, advierte el especialista de Quirónsalud, todo paciente al que se le extirpa el tiroides debe tomar una medicación de la hormona tiroidea de por vida. Para evitarlo, teniendo en cuenta los escasos recursos con los que cuentan los pacientes intervenidos en Kenia, «hemos eliminado el tiroides más exuberante y que más molesta a los pacientes, dejando lo necesario para que la glándula funcione y produzca la hormona tiroidea».

«Así evitamos que pueda tener un hipotiroidismo tan severo como el que podría tener si le extirpamos la glándula por completo así eludir tratamiento sustitutivo», agrega.

César Ramírez asegura que ya piensa en el siguiente viaje al país africano ya que «no es una opción, sino una vocación». ¿La misión? Formar a médicos de allí para que puedan continua la labor. «No sirve comprarles el pescado. Hay que comprarles la caña y enseñarles a pescar» afirma el doctor Ramírez.