Ocho personas han sido detenidas en Marbella tras ser sorprendidas por la Guardia Civil desembarcando un alijo de más de tres toneladas y media de hachís en la playa de Los Monteros. Según fuentes cercanas al caso, a los arrestados les atribuyen al menos los delitos de pertenencia a organización criminal y contra la salud pública. Además de la droga, los agentes han intervenido la furgoneta en la que cargaron los fardos nada más tocar tierra y han localizado una vivienda próxima al desembarco donde la organización pretendía enfriar la mercancía antes de continuar con su distribución.

Los hechos ocurrieron la madrugada del pasado domingo. Fuentes de toda solvencia han explicado a La Opinión de Málaga que la Guardia Civil activó un dispositivo en tierra firme cuando las cámaras del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) detectaron que una planeadora similar a las que habitualmente cruzan el Estrecho cargadas de hachís se aproximaba al litoral marbellí a toda velocidad.

La ruta de la embarcación finalizó en torno a las 5.00 horas en un punto de la playa de Los Monteros, al oeste de la localidad, momento en el que una veintena de personas formaron una cadena desde la lancha hasta una furgoneta para cargar el alijo.

Sorprendidos in fraganti, los agentes del instituto armado entraron en escena provocando la estampida a pie de los porteadores en todas direcciones. Siete de ellos fueron alcanzados en las inmediaciones del desembarco, mientras que una octava persona, el conductor de la furgoneta, fue detenida cuando intentaba introducir el vehículo en una parcela de la urbanización Bahía de Marbella, muy próxima al lugar del desembarco. Al inspeccionar el interior del furgón, los agentes contabilizaron más de un centenar de fardos de hachís que finalmente sumaron más de 3.500 kilos de peso. La operación, declarada secreta por un juzgado de Marbella, sigue abierta.

La guerra contra el tráfico de drogas en el Estrecho iniciada el año pasado, con la que se ha ejercido más presión en esa zona, ha obligado a los narcos a alejarse de las rutas más tradicionales del Campo de Gibraltar, buscando otros lugares para sus desembarcos en el Mar de Alborán.