­La candidata del PP, Ángeles Muñoz, presentó a su partido, durante la campaña electoral de las elecciones locales, como la única alternativa para «no dividir ni tirar el voto» frente al PSOE. Fue un mensaje en el que incidió en casi cada acto de una campaña celebrada tras unas elecciones generales en las que Ciudadanos superó al PP en votos en Marbella y Vox obtuvo más de 9.000 papeletas.

El mensaje caló y lo hizo, además, frente a una izquierda que concurrió a los comicios locales diseminada en cuatro alternativas; el PP logró el domingo 428 votos menos que en la cita electoral de 2015, pero sumó el concejal que le devolvía la mayoría absoluta que perdió hace cuatro años.

Las otras dos formaciones de derecha no cumplieron las expectativas que se esperaban de ellas tras las elecciones generales. Ciudadanos obtuvo algo más de 2.500 apoyos, lo que le ha reportado un concejal; y Vox, con cerca de 1.500 papeletas, no superó la barrera legal del cinco por ciento de la distribución de votos para entrar en el reparto de concejales.

«El respaldo que ha generado nuestra propuesta no es sólo ideológico, sino de ciudadanos del municipio que consideran que Ángeles Muñoz es la mejor candidata a la hora de defender los intereses de Marbella», señalan fuentes del PP.

El PSOE, que gobernó Marbella entre 2015 y 2017 en coalición con IU y OSP y el apoyo de Podemos, sumó 2.340 votos más que en la última cita electoral municipal y pasó de ocho concejales a diez. La subida de la formación socialista, sin embargo, no sirvió para compensar el hundimiento del resto de partidos de izquierda.

IU y Podemos, que sumaron más de 3.200 votos entre ambos, no lograron superar la frontera del cinco por ciento legal y perdieron los cuatro concejales que obtuvieron en 2015.

«El voto de la derecha en las municipales no se ha fragmentado, como sí ha sucedido en las elecciones autonómicas (del 2-D) y las generales. Muñoz logra el peor resultado desde que es alcaldesa, pero recupera la mayoría absoluta», explica la secretaria general del PSOE local, Blanca Fernández.

A juicio del responsable de organización de IU, Manuel Núñez, «en Marbella, el espacio transformador es el que es y ha habido mucho voto útil en ese espacio».

«Nos han faltado 250 votos para tener representación teniendo en cuenta que el 80 por ciento de nuestras propuestas eran muy parecidas a las de otras candidaturas», agrega Núñez, en alusión a Impulsa Ciudad, una agrupación de electores que tuvo que lograr 1.500 firmas de vecinos para concurrir a la cita electoral y que podría haber alcanzado pactos de gobierno con las fuerzas progresistas. El colectivo cosechó más de 1.600 votos, pero tampoco sobrepasó la barrera legal.

Para el candidato de Impulsa Ciudad, Javier Lima, el hecho de que el colectivo careciera de una marca reconocible «nos pone ante un camino más empinado que para los que la tienen». Aun así, «hemos ido por delante de marcas como Podemos y Vox y cerca de IU», añade Lima, que admite que su formación confiaba en obtener «más votos, pero una parte de población importante desconoce nuestro proyecto».

Según los cálculos del candidato de Podemos en las elecciones locales, Marco Arafat, la formación morada, IU e Impulsa Ciudad podrían haber obtenido tres concejales si hubieran concurrido en alianza. «Habría podido producirse un gobierno entre PSOE y nuestra confluencia con OSP. Podría haber sido la alternativa al gobierno de mayoría absoluta del PP», apunta.