El financiero libanés Jihad El Koury, dueño del banco internacional de Beirut en el que entró como botones 15 años antes, se inspiró en la amistad que le unía con un director holandés llamado Karel para decidir el nombre con el que se conocería el hotel de Marbella que acababa de comprar a la firma Hoteles Coach. El establecimiento, decidió el empresario libanés, dejaría de llamarse Marbella Hilton y pasaría a llamase Don Carlos -Karel en español-

El contrato para ejecutar las obras del primer hotel de la Costa del Sol dirigido al turismo de congresos y convenciones, que este año celebra su 50 aniversario, se firmó en 1965 y fue la culminación de un concurso internacional -uno de los primeros de estas características que se convocó en España- que se organizó en 1960 para recabar proyectos con los que desarrollar la zona de Elviria.

Entre los participantes figuraba el arquitecto Jorn Utzon, ganador, en 1955 de un concurso similar para construir la Casa de la Ópera de Sidney, en Australia.

El proyecto inicial para construir el Elviria Hilton, denominación que posteriormente se sustituyó por la de Marbella Hilton, contemplaba la edificación de ocho torres de 18 plantas. La propuesta, con licencias municipales, se rechazó en 1972 para proteger el entorno del hotel.

La construcción del hotel, cuyos arquitectos fueron José María Santos Rein y Alberto y Rafael López Palanco y cuya inversión rondo los 200 millones de pesetas, finalizó con la edificación de la icónica torre y su singular base, cuya estructura se asienta sobre seis ramificaciones.

«La torre, al liberar la entrada por estar levantada sobre pilares de doble altura, se convirtió en la imagen representativa del conjunto, atrayendo a un gran número de aficionados a la Arquitectura. La torre era un espejismo de modernidad que contrastaba con la decoración interior original de estilo neomudejar, en sintonía y gusto con la idea que los turistas americanos se hacían de la España de esa época», destacan fuentes del establecimiento.

La apertura se celebró en 1969 y sería la última inauguración de un hotel a la que acudiría Conrad Hilton, fundador de la primera cadena hotelera del mundo, bisabuelo de Paris Hilton.

Ejemplo de edificio en altura

El hotel se convirtió en los 70 en un ejemplo de edificio en altura que permitía liberar zonas comunes y de ocio dentro de un espacio de grandes dimensiones. Tenía además una extensión de 20.000 metros cuadrados con jardines tropicales que subrayaban la estética exótica de la época.

«Nunca fue un hotel especializado en las visitas individuales, por lo general personas famosas con capacidad de proyectar al establecimiento, como Los Monteros o el Marbella Club. Pero fue el primero, me atrevería a decir de Andalucía, en apostar por el turismo de grupos, de convenciones y congresos», recuerda Rafael de la Fuente, que dirigió el establecimiento entre 1991 y 1993 y ha sido uno de los artífices del desarrollo turístico de la Costa del Sol.

La gran fiesta

El club de playa del hotel, el «más bello del Mediterráneo español», señala De la Fuente, albergó en el verano de 1991 la fiesta de cumpleaños de Jaime de Mora y Aragón en la que Adnan Khashoggi dudaba entre regalarle una tarta que recreaba la figura en repostería del aristócrata tocando un piano de verdad u otra con un piano de repostería con el cuerno de la abundancia repleto de monedas de oro. Finalmente, eligió las dos.

«Fue una fiesta prácticamente imposible de repetir. Khashoggi pagó una fortuna y adquirió el protagonismo que le correspondía a Jaime de Mora», recuerda el exdirector.

Al acto acudieron unos 500 invitados, todos vestidos de oro y negro, la misma combinación que adornaba los troncos de las palmeras o la mantelería.

En 2006, Selenta Group compró el hotel e inició un proceso de renovación de todos sus espacios.

El establecimiento ha renovado el club de playa, que cuenta con cocina mediterránea, cócteles, vegetación tropical y mobiliario exclusivo y dispone del hotel boutique The Oasis Wellness & Spa, de cinco estrellas, con 35 habitaciones y un espacio de bienestar de 1.600 metros cuadrados. Medio siglo de calidad hotelera.