La delegada territorial de Educación de la Junta de Andalucía, Mercedes García Paine, reconoció ayer las limitaciones presupuestarias del Gobierno regional para financiar las mejoras en el colegio Miguel Hernández, en San Pedro, cuyos alumnos tuvieron que ser reubicados en el comedor y la sala de profesores en los últimos meses del pasado curso académico ante la aparición de grietas en diferentes dependencias del centro.

García Paine aseguró que el 40 por ciento de las infraestructuras que requieren emergencias técnicas en Andalucía se concentra en Málaga. «Sólo para Málaga se necesitan 145 millones de euros para atender lo más urgente y sólo tenemos 14 millones de presupuesto para 2019. Necesitaríamos el presupuesto íntegro de la Junta para trabajar sólo en lo que hay en Málaga», señaló.

La delegada territorial indicó que en la provincia «tengo 103 municipios con las mismas dificultades y graves problemas donde los niños no pueden entrar en sus aulas». «El dinero es el que es, los problemas son los que tenemos, hemos cogido la mochila cargada y vamos a trabajar en ellos. Necesitamos el apoyo del Ayuntamiento y no echarnos la pelota de a qué administración le compete» agregó.

García Paine destacó que los técnicos que visitaron las instalaciones del colegio tras una denuncia de los padres de los alumnos elaboraron un informe en el que señalan que «no hay riesgo de que el edificio caiga», pero reconoció que el inmueble «esta muy mal y hay que arreglarlo». «Tenemos la tranquilidad de saber que hay unos técnicos, que son los que se dedican a esto, que garantizan que el edificio no se caerá», añadió.

La delegada territorial de Educación aseguró que la responsabilidad del estado en el que se encuentra el edificio es «compartida» entre Junta y Ayuntamiento. «Tenía que haber sido del Ayuntamiento en su momento. Pero el edificio ya está caído y es de la Junta», apuntó.

García Paine aseguró que se reunirá con la alcaldesa la próxima semana para tratar de buscar soluciones con las que Junta y Ayuntamiento mejorar las instalaciones del colegio.

Padres de alumnos aseguran que el colegio «lleva años abandonado por las administraciones» y califican de «crítica» la situación de uno de los pabellones del centro.

La deficiente situación en la que se encuentra el inmueble, añaden, obligó a cerrar, además de unos baños, la biblioteca ante la aparición de grietas de «considerable tamaño». Con el transcurso del tiempo, las grietas se ampliaron hasta afectar a un pasillo y a los baños clausurados.

La reubicación de los alumnos se logró después de que agentes de la policía y bomberos se personaran en el colegio tras la denuncia de uno de los padres.

El concejal socialista Manuel Morales pidió en mayo al Ayuntamiento que adoptara «medias urgentes» para acondicionar el centro. «Es escandaloso que los niños hayan tenido que se reubicados en la sala de profesores y el comedor ante los graves problemas en la infraestructura del centro», señaló.