Los padres de los alumnos que siguen su formación en aulas prefabricadas en una parcela de Xarblanca a la espera de que la Junta de Andalucía construya un instituto en Las Chapas advierten de la falta de espacio para instalar más módulos en la zona si, como señala ahora el Gobierno regional, el centro educativo entra en funcionamiento en 2022 en lugar de 2021, como había previsto.

«Las condiciones de las aulas prefabricadas y de la parcela en las que están instaladas no son las idóneas para acoger tres cursos. No contarían con el espacio suficiente para acoger a tantos niños», señala la presidenta del Ampa Los Molineros, Silvia García.

En el curso académico 2021-2022, la parcela tendrá, previsiblemente, que albergar cuatro aulas más -dos para los alumnos procedentes del colegio Mario Vargas Llosa y otras tantas del Xarblanca- y al siguiente, el que comenzará en 2022, otras cuatro más «si eso es lo que pretende la Junta, no hay espacio suficiente», insiste.

La presidenta del Ampa advierte también de que las necesidades que, para seguir su formación, tendrán los alumnos que, en 2022, cursen 3º de ESO, como laboratorios o equipamientos específicos.

La delegada de Educación de la Junta en Málaga, Mercedes García Paine, trasladó al Ampa su intención de mantener una reunión aún sin fecha fija con los padres de los alumnos para informarles de la situación en el que se encuentra el proyecto del instituto que el Gobierno regional tiene previsto construir en las proximidades del Hospital Comarcal Costa del Sol y que, previsiblemente, se llamará Pablo Ráez, en recuerdo del joven marbellí que hizo viral en las redes sociales una campaña para concienciar sobre la importancia de donar médula ósea, según explica la presidenta del colectivo.

Los padres, agrega García, desconocen los planes del Gobierno regional una semana después de que la delegada de Educación anunciara el retraso en la puesta en funcionamiento del instituto. «¿De qué tiempo estamos hablando? ¿Qué quiere decir 2022? ¿Inicios de 2022, mediados, finales? Un plazo de un año es bastante amplio», explica.

La presidenta del Ampa señala que si la información que les traslade la delegada de la Junta «no es lo que consideramos adecuado a los compromisos que se tomaron en su día», iniciarán movilizaciones junto a otras ampas que se sumen a las protestas. «Exigimos lo que, entendemos, es nuestro derecho a una educación de calidad», apunta.

En un comunicado difundido esta semana, los padres de los alumnos han expresado su «indignación ante el incumplimiento de las reiteradas promesas de la delegada». Los estudiantes, señalan los padres en el escrito, están «abocados a la masificación en aulas prefabricadas con un terreno limitado y en condiciones que creemos no serían dignas en una educación no ya de primera, sino de segunda categoría».