La concejal socialista Isabel Pérez cuestionó ayer el procedimiento que sigue el Ayuntamiento de Marbella para deshacerse de los residuos, algunos de ellos contaminantes, que vierten los vecinos en los puntos móviles de reciclaje, como pilas, aceites usados o aparatos eléctricos.

Según la edil, la gestión que el equipo de gobierno realiza de estos excedentes provoca «vertidos incorrectos», algunos de los cuales podrían causar «un gran daño medioambiental».

La concejal marbellí aseguró estar preocupada tras recibir diversas informaciones que, apuntó, cuestionan los métodos que emplea el gobierno local para eliminar los residuos que recoge en los puntos móviles de reciclaje. «¿Qué destino se está dando a los residuos que se recogen en los puntos móviles de reciclaje del municipio?», preguntó.

La concejal destacó que tan importantes es recogerlos como después deshacerse de ellos de la forma correcta. «En este segundo paso es donde se podría estar haciéndolo mal», apuntó la edil, que abogó por tratar los vertidos «con el máximo cuidado y de forma conveniente» porque algunos de ellos podrían afectar al medio ambiente del municipio.

Pérez calificó de inaceptable que el municipio carezca de un lugar en el que los vecinos puedan depositar los residuos, aparte de los puntos móviles que utiliza el Ayuntamiento. «Se trata de una carencia que debería cubrirse», agregó.

La concejal aseguró que existen muchas dudas sobre el tratamiento que el Ayuntamiento de Marbella hace de los residuos. «¿Se trasladan directamente a la planta de Casares -que utiliza la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol- o se amontonan en algún lugar de Marbella donde se quedan para siempre?», preguntó.

El concejal de Limpieza, Diego López, señaló que Marbella cuenta con tres vehículos -dos del Ayuntamiento y uno, de Mancomunidad- que recogen residuos sólidos especiales.

Los puntos móviles del Ayuntamiento prestan servicio desde abril han recogido 8.200 litros de aceites vegetales, 200 litros de aceite de motor, 1.400 kilos de electrodomésticos y 1.250 kilos de pintura, además de 300 unidades de aerosoles, 20 kilos de radiografías, 29 baterías y 60 kilos de pilas.

Los residuos se depositan en contenedores herméticos, que, una vez llenos, se trasladan a la planta de transferencia o a gestores autorizados, indicó. «Los ciudadanos pueden depositar residuos sólidos evitando que acaben en contenedores de orgánica o en las alcantarillas», apuntó.