El uso continuado y extendido de los dispositivos digitales ha incrementado el número de pacientes con el denominado síndrome del ojo seco, sobre todo entre los má jóvenes.

Los expertos del Hospital QuirónSalud de Marbella han dado la voz de alarma y advierten de pasamos muchas horas pendientes de las pantallas de teléfonos móviles, tablets y ordenadores.

"Se puede hablar de la enfermedad del siglo XXI porque cada vez realizamos un mayor esfuerzo visual con todo tipo de pantallas disponibles para niños y adolescentes y porque frecuentamos ambientes más secos derivados de la contaminación o del uso de climatizadores" explica el doctor Nabil Ragaei Kamel, Jefe del Servicio de Oftalmología y de la Unidad de Cirugía Refractiva del Hospital Quirónsalud Marbella.

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"Cuando prestamos atención a un móvil o una tableta electrónica, se reduce la frecuencia del parpadeo, lo que prolonga el tiempo de renovación de la película lacrimal. Como consecuencia de ello, la zona ocular se seca e inflama. Es lo que se denomina síndrome del ojo seco", explica el doctor.

Picor, sequedad y, aunque parezca un contrasentido, el lacrimeo constante, son los principales síntomas del síndrome del ojo seco. El ojo se defiende de la disminución del parpadeo produciendo más humedad y produciendo lo que se llama la lágrima del llanto emotivo, que tiene una fisiología distinta. El sistema lacrimal no es capaz de drenar el exceso y termina por verterse en forma de lagrimeo constante que puede provocar ardor sensación de arenilla, legañas y pérdida visual lo que puede derivar en infecciones oculares y de las vías lagrimales, explica el doctor Ragaei.

Según el especialista, las pantallas emiten una radiación conocida como luz azul a la que se atribuyen efectos nocivos, pero los expertos no se ponen de acuerdo sobre dichos efectos ni sobre los métodos para corregirlos.

El doctor Ragaei afirma que, según las conclusiones de la Sociedad Española de Oftalmología, actualmente no hay estudios que confirmen que la luz azul dañe al ojo. Es más, según el especialista de Quirónsalud Marbella, no hay suficientes estudios con seres humanos que confirmen o rechacen el supuesto daño de la luz azul sobre el ojo y, por tanto, tampoco sobre los supuestos beneficios de los filtros azules sobre los ojos.