La incertidumbre sobre la evolución de la cotización de la libra esterlina frente al euro y las negociaciones para concretar los términos en los que el Reino Unido abandonará la UE condicionarán el brexit, según apuntaron ayer expertos en la materia.

Los especialistas, que intervinieron en la jornada «Brexit ¿y ahora qué?» organizada por el Centro de Iniciativas Turísticas en el Palacio de Ferias, destacaron también la «generosidad» del acuerdo por el que Reino Unido abandona la UE y el amplio periodo de transición y las posibles prórrogas hasta que se haga efectiva la salida de Reino Unido, que permitirán a los ciudadanos británicos acogerse a la regularización comunitaria.

«Lo que pasará con la libra esterlina no se sabe. Eso podría incidir en el hecho de que haya algún ciudadano británico que quiera vender su propiedad. Pero nadie sabe con seguridad qué pasará con la libra», señaló el abogado especializado en Extranjería y presidente de la Federación de Asociaciones de Extranjeros de la Costa del Sol, Ricardo Bocanegra.

En su opinión, resulta precipitado que los ciudadanos británicos vendan sus propiedades, ya que, señaló, las autoridades comunitarias y británicas «no quieren perjudicar a los ciudadanos. Las cosas se están haciendo de tal forma que no sufran», agregó.

Respecto al turismo británico que visita la Costa del Sol, Bocanegra señaló que la salida de Reino Unido «no va a afectar para nada a la estancia porque van a poder seguir viniendo, en lugar de con el DNI, con el pasaporte y van a poder estar aquí 90 días cada semestre», pero advirtió de que una depreciación de la libra sí podría afectar a la afluencia de viajeros.

Para el economista de JC&A Abogados, Santiago Lapausa, de no haber acuerdo que concrete la salida de Reino Unido, el impacto fiscal del brexit «no será favorable porque se perderán bonificaciones y derechos» de los residentes británicos en España. «Habrá que ver los acuerdos a los que se llegan», apuntó el economista, que señaló que habrá inversiones que «dejarán de ser rentables y tendrá repercusión a la hora de decidir si se invierte o no aquí».

Por su parte, el director provincial de comercio y del ICEX en Málaga, Rafael Fuentes-Candau, recomendó a las empresas que realicen planes de contingencia y análisis del grado de exposición al Reino Unido para tratar de «cubrir los posibles cambios según lo que finalmente ocurra si hay un acuerdo o no».

Los especialistas destacaron también el interés de las autoridades británica y comunitarias para no perjudicar a sus ciudadanos.

«El acuerdo del brexit es tremendamente generoso porque el deseo de los negociadores es no perjudicar a los ciudadanos. Van a tener unos plazos enormes, en principio hasta finales de año. Pero el propio acuerdo establece la posibilidad de alargarlo hasta el 30 de junio de 2021 e, incluso, se prevé la posibilidad de alargarlo dos años más», indicó Bocanegra.

En su opinión, los británicos que residen en España no van a notar «prácticamente ningún cambio», mientras que los que lleguen durante el periodo transitorio tendrán la oportunidad de regularizar su situación «y acogerse a las ventajas del acuerdo y de ser, desde el punto de vista de la ciudadanía, como comunitarios».

Para Fuentes-Candau, Reino Unido y la UE «siempre buscarán construir más que destruir. Hemos superado una fase de incertidumbre en la que no se sabía si se iba a poder alcanzar un acuerdo. Finalmente se alcanzó, lo que es un primer paso. Ahora, el objetivo es construir y buscar alternativas que beneficien a ambas partes», agregó.