El equipo de gobierno ha eliminado el servicio de alojamiento a las personas sin hogar que puso en marcha a mediados de marzo, tras la aprobación por parte del Gobierno central del estado de emergencia para hacer frente a la pandemia del coronavirus, en los pabellones deportivos Antonio Serrano Lima, en Marbella, y Elena Benítez, en San Pedro.

El Gobierno local ha suprimido la prestación, de la que se beneficiaban cerca de 50 personas cada día, para poner a punto ambas instalaciones deportivas de cara a la tercera fase del proceso de alivio del estado de emergencia, según indicó ayer el concejal de Deportes, Manuel Cardeña.

Las actuaciones para habilitar los pabellones ante la próxima fase de la desescalada comenzaron hace dos semana, señaló el concejal.

El Ayuntamiento habilitó días después del inicio del confinamiento contra el Covid-19 un programa de alojamiento alternativo en ambos pabellones para las personas que carecen de hogar en una de las primeras medidas para proteger a los colectivos más vulnerables durante el estado de alarma contra el virus.

Días después de su puesta en marcha, 30 personas en Marbella y 25 en San Pedro se acogieron al servicio, según anunció el Ayuntamiento.

En los dos recintos, cuya gestión asumió la asociación DYA, se ofrecía alojamiento y atención de alimentación e higiene y contaba con una zona de aislamiento y separación de los usuarios por sexo. También se facilitó un paquete de higiene personal y comida a los beneficiarios, a los que cada día se les tomaba la temperatura. Los datos se trasladaban a los centros de salud de Marbella y San Pedro y al Hospital Comarcal Costa del Sol para que, en el caso de que necesitasen otros servicios, se les diera traslado rápidamente.

El servicio se completaba con un control de acceso, seguridad, limpieza y ambulancia y completaba la atención integral que presta durante el día, pero no por las noches, Cruz Roja a través de los Centros de Inclusión Social de Marbella y San Pedro Alcántara.

El mantenimiento del servicio de alojamiento tenía un coste para el Ayuntamiento de unos 110.000 euros al mes. Para hacer frente al gasto social durante el estado de emergencia, la Corporación municipal aprobó en un pleno celebrado a finales de abril, el primero desarrollado por medios telemáticos en el Ayuntamiento, una partida de un millón de euros, que se sumó a los cerca de 500.000 euros de la Delegación de Derechos Sociales.

Las cerca de 50 personas que se beneficiaban del programa de alojamiento alternativo se suman a las más de 1.750 vecinos de Marbella atendidos por unos cien voluntarios de la Cruz Roja desde el inicio del confinamiento o las 16.000 familias auxiliadas por Cáritas durante el mismo periodo.