La atípica vuelta a las aulas afecta de forma directa a comercios como papelerías o tiendas de uniformes de Marbella, que ven como este regreso, protagonizado por la incertidumbre de los padres y la evolución del coronavirus, han mermado las ventas de material y ropa escolar en el municipio. El desconocimiento sobre qué pasará con los centros ha cambiado los hábitos de consumo de los padres y madres.

Mientras que años anteriores había largas colas en las puertas de las papelerías, este año, la actividad está mucho más tranquila. «El año pasado por estas fechas antes de abrir tenía una cola de padres y este año casi no tengo a nadie», cuenta Borja Uribe, propietario de la papelería Maribel. Lo mismo pasa en DisOfic, en cuyo caso las compras comenzaban en el mes de agosto, pero que este año se han retrasado hasta los días previos a la apertura de los centros. «En el mes de agosto teníamos un volumen de venta increíble y este año, en cambio, estamos muy tranquilos, incluso ahora que ya estamos a mitad de septiembre», comenta una de las trabajadoras de la tienda, Estefanía Ramírez.

Esta vuelta tan atípica está haciendo que los padres se planteen lo que tienen que comprar ante la incertidumbre de saber cómo va a seguir el curso escolar. «Se nota mucho en Infantil. Normalmente compran la carpeta entera de libros y ahora solo se están llevando el primer trimestre», apunta Borja Uribe. Asimismo, la venta de material también esta siendo más comedida que otros años, puesto que el cierre de los centros el pasado mes de marzo ha supuesto que muchos de los utensilios adquiridos el pasado año aún se puedan utilizar. «Antes te pedían tres lápices, tres gomas, pegamento o más cosas, mientras que este año es una de cada cosa o incluso ya tienen parte del material y no necesitan tanto como otros años», explica Estefanía Ramírez. A ello se unen unas listas de materiales más pequeñas. «Los profesores este año han pedido cosas más básicas. Por ejemplo, en vez de muchas libretas han pedido carpetas o libretas de anillas», explica Sonia Sánchez, propietaria de la papelería La Principal.

Las papelerías esperan que se incremente el ritmo de venta, aunque auguran que no será hasta los próximos meses cuando vuelvan a tener pedidos por parte de los padres. «Ahora que están comprando por trimestre, no espero que llegue ningún padre o madre hasta marzo o febrero para comprar otra vez lo justo para el trimestre», opina el dueño de la papelería Maribel. Por su parte, Sonia Sánchez cree que, a pesar del virus y de un posible de los centros, las papelerías va a seguir vendiendo, puesto que aunque los niños no vayan a los centros, la actividad seguirá. «El material es necesario para estudiar. Los niños van a seguir necesitando bolígrafos, lápices u otro tipo de material para seguir con sus cosas», argumenta.