Acudieron a la llamada del párroco de la iglesia de San Pedro Alcántara, Francisco Javier Sánchez-Cano, que advirtió del desbordamiento al que tuvo que hacer frente Cáritas Diocesanas entre marzo y mayo para prestar auxilio a las familias más necesitadas del núcleo de población.

La parroquia que antes de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus atendía a unas 70 familias ha visto cómo, tras el confinamiento, el número se ha multiplicado por diez. «Le dijimos a Paco que, en caso de necesitar ayuda, nos avisara. Y, efectivamente, nos llamó para decirnos que estaba desbordado y que no llegaba para atender a todas las familias. No tuvo mas remedio que pedir ayudar para disponer de alimentos que entregar ante el aluvión de peticiones que estaba recibiendo», señala María del Carmen Guerra.

Tras la llamada de auxilio del párroco, un grupo de vecinos de San Pedro que en su mayor parte habían sido voluntarios de Cáritas durante los momentos más difíciles de la pandemia han fundado una asociación con la que recoger y distribuir alimentos entre los hogares con más dificultades del núcleo urbano y acceder a las ayudas municipales, ya que Cáritas no puede hacerlo al depender del Obispado de Málaga.

Amanecer en la Colonia nace con la intención de «sacar la humanidad que todos tenemos dentro» y ayudar «a los más necesitados de San Pedro Alcántara sin menoscabo de hacerlo con cualquier que lo necesite, venga de donde venga», señala Guerra, que ocupa la presidencia de la asociación.

«Amanecer en la Colonia pretende sumarse y mantener el primer movimiento que da o ha dado Cáritas ofreciendo una atención más amplia, desde llevar comida a domicilio, hasta ayudar a buscar trabajo, pasando por enseñar a los menos doctos con las tecnologías a tramitar cualquier documento on-line para pedir una ayuda», agrega Guerra, que advierte de que «ojalá me equivoque, pero aunque la pandemia termine, el rastro que va a dejar es tan largo que hará falta toda la colaboración posible».

Según ella, «las necesidades de la ciudadanía no se terminaban de cubrir» por lo que, en su opinión, hacía falta más ayuda, ya que «el esfuerzo de las ong y del Ayuntamiento de Marbella no eran suficientes».

Junto a las posibles ayudas que pueda recibir, Amanecer en la Colonia se nutrirá de las cuotas anuales «totalmente asequibles» de sus socios. «Podrá formar parte de la asociación todo aquel que quiera simplemente echar una mano, colaborando desinteresadamente. Incluso las personas que vengan a pedir ayuda pueden sumar también su esfuerzo a las tareas de intendencia como voluntario de la asociación», agrega la presidenta, que asegura que el colectivo nace «sin adscripción religiosa ni política».