Padres de alumnos del instituto Dunas de Las Chapas protestaron ayer ante las puertas de acceso del centro para reclamar a la Junta de Andalucía que amplíe el espacio habilitado para impartir clases y cumplir así con la medida de 1,5 metros de separación contra el coronavirus entre los estudiantes de segundo curso.

La Delegación de Educación de la Junta en Málaga ha distribuido a los 90 alumnos de segundo curso del instituto en tres aulas -con 30 estudiantes por clase-, lo que impide mantener la distancia social contra el Covid; mientras que, durante el primer curso, los mismos alumnos se repartieron en cuatro aulas, según explicó la presidenta del Ampa del centro educativo, Silvia García, que tachó de «insólita» la decisión del Gobierno regional de eliminar una clase en el inicio de un curso académico marcado por el coronavirus.

La presidenta del Ampa Los Molineros aseguró que el instituto, habilitado en instalaciones prefabricadas, cuenta con el espacio suficiente para mantener las cuatro aulas durante el segundo curso, lo que permitiría reducir la ratio de alumno por clase y mantener la separación necesaria para evitar una posible propagación del virus.

«Tenemos las aulas preparadas para que se pudieran dar las cuatro clases de segundo», señaló la presidenta del colectivo.

El Ampa ha remitido un escrito a la Junta con la petición pero, según García, no ha recibido ninguna respuesta. El colectivo también se ha puesto en contacto con el equipo directivo del instituto, que le ha comunicado que no tiene competencias en la materia.

La recuperación de la cuarta aula obligaría a contratar a dos profesores de apoyo ante la situación del Covid-19 -el centro ya cuenta con otros dos docentes de refuerzo con contratos que vencen en diciembre, además de otros 13 en plantilla-, por lo que García considera que la decisión de la Junta de eliminar un aula se debe a motivos «meramente económicos». «Hay que contratar a más profesores. La ratio normal de los centros de secundaria son 30 y mantenernos a nosotros en 23 o 24 alumnos por aula implicaría un aumento de gasto que no lo tendrán previsto o no lo quieren prever», agregó.

«Pedimos respetar la ratio y las aulas que teníamos el curso pasado», agregó el vicepresidente de la Ampa, Antonio Maíz.

La Junta Directiva del Ampa tiene previsto reunirse en los próximos días para sopesar otras movilizaciones con las que apoyar la petición, señaló García.

El Ampa critica también las condiciones de precariedad en las que, según la asociación, los alumnos reciben su formación. «Las aulas están ubicadas en unas instalaciones prefabricadas, por lo que el aumento de la ratio y por ende el incumplimiento de la distancia de seguridad vienen a perjudicar claramente su desarrollo educativo», apunta el colectivo.