El propietario del grupo de restauración Da Bruno, Bruno Filippone, pide un plan de ayudas que complemente las pérdidas que sufre el sector por la crisis del coronavirus y la ampliación hasta las 23.00 del horario de atención al público.

«Si nos obligan a cerrar a las 18.00 horas, más del 60 por ciento de nuestra facturación desaparece», advierte Filippone, que regenta cinco establecimientos en el término municipal de Marbella.

«No tenemos constancia de que se haya producido contagios en ningún establecimiento, por lo que solicitamos que se recapacite y que, al menos, la restauración abra hasta las 23.00 horas», señala el propietario del grupo, con más de 50 años de experiencia en el sector de la restauración, 25 de ellos en Marbella y el resto de la Costa del Sol.

En opinión de Filippone, la restauración es «un sector muy castigado y no podemos afrontar en solitario esta situación. Ofrecemos servicio al sector del turismo y, si no hay ayudas, se cerrarán muchos establecimientos. Cuando vuelvan los visitantes, poco tendremos que ofrecer. Es hora de buscar soluciones», agrega.

Para hacer frente a la crisis, el grupo de restauración ha puesto en marcha nuevos servicios, como el de envío a domicilio Gourmet, con especial uso de la tecnología para garantizar la calidad; la apertura de una tienda delicatessen; o nuevos sabores, como el sushi o una nueva pizza romana.

El grupo de restauración ha lanzado también la bodega La Vigna, con un huerto que suministra productos frescos al restaurante y más de 2.000 botellas de la cosecha de 2019. Da Bruno calcula que la cosecha permitirá producir unas 10.000 botellas de la bodega de su propia marca.

«Con la tecnología como aliada, Da Bruno amplía horizontes y nuevos servicios para ofrecer calidad y atención adaptadas a la nueva realidad. Pero si continúa un horario tan restringido, muchas empresas desaparecerán», señala Filippone.