La presidenta de la Asociación de Comerciantes y Profesionales del Casco Antiguo de Marbella, Carola Herrero, aboga por una «reacción» para apoyar a los empresarios de la zona, muchos de ellos familias del municipio, ante la «situación muy precaria» que padecen debido a la crisis económica ocasionada por la pandemia del coronavirus y ante los «meses» que, señala, aún tendrán que transcurrir para la vuelta de los turistas.

Herrero señala que la reacción debe venir «por parte de las autoridades, entendiendo la situación; la ciudad; y el comerciante del Casco Antiguo» ante una situación de crisis sanitaria «desconocida e inesperada y que ha cortado una inercia de éxito total».

«El Casco Antiguo se había convertido en un centro comercial abierto muy potente, con sinergias serias de creación de riqueza. Y eso se ha cortado de raíz. Tenemos que reaccionar», explica.

El impacto de la crisis sanitaria del Covid-19 ha obligado a rebajar a la mitad el alquiler de gran parte de los locales del Casco Antiguo, muchos de ellos propiedad de comerciantes que, una vez jubilados, arriendan el establecimiento tras invertir dinero en su rehabilitación, señala.

«Está sufriendo el vecino jubilado que alquila, que ha tenido que rebajar el alquiler a la mitad, y el comerciante que tiene que pagar la otra mitad» del arrendamiento, explica la presidenta de la asociación que representa a los empresarios de una de las zonas del municipio más transitadas por vecinos y turistas.

Herrero pide al Ayuntamiento ayuda para que los comerciantes del Casco Antiguo afronten algunos gastos de su actividad, entre los que cita el del servicio del suministro del agua o el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles.

Sólo el mantenimiento del contador conlleva un coste de unos 50 euros de media al mes para unos comercios cuya actividad se ha visto mermada en los últimos ocho meses por las diferentes restricciones a la movilidad que han adoptado las autoridades sanitarias para evitar la propagación del virus.

«El Ayuntamiento tiene que darse cuenta de que hay gastos que no podemos afrontar y que hay ayudas que necesitamos, como por ejemplo, los aparcamientos», agrega.

Herrero hace también un llamamiento a los vecinos para que apoyen a su ciudad y consuman en los negocios de proximidad, mientras que a los comerciantes les pide que «se den cuenta de que estamos en otra situación» y se reconviertan, al menos, de forma provisional. «Ahora hay que dirigir los productos a los ciudadanos de Marbella, no a los turistas», apunta.