El colectivo social Marbella Activa denuncia la construcción de más de 230 viviendas en Trapiche Norte, una zona al norte del centro urbano del municipio en la que, destaca la asociación, existe un «gran desequilibrio» entre los desarrollos urbanísticos anteriores y la falta de equipamientos e infraestructuras públicas.

El colectivo asegura que la construcción de 166 chalets y 70 apartamentos anexos supondrán un «colapso» sobre la movilidad y la capacidad sociourbanística de la zona, en la que se encuentran, entre otros equipamientos, la estación de autobuses de Marbella y el antiguo hotel Don Miguel, cuya reapertura está anunciada para los próximos meses.

«Se trata de una zona cuyos colegios no tienen instituto de referencia precisamente por la falta de suelo para usos educativos en este sector», advierte el colectivo en un comunicado.

En la zona también se encuentra el Trapiche del Prado, una industria azucarera edificada a mediados del siglo XVII en riesgo de derrumbe y patrimonio único del pasado azucarero del municipio y del resto de la provincia. «Pasará de ser un hito en el paisaje y en la historia de este pueblo a quedar condenado y aplastado entre una masificación urbanística proyectada en los años 80 y ejecutada más de 34 años después sin respetar leyes como las que recomiendan dejar fuera de los procesos de urbanización los valores naturales, históricos o culturales», apunta el colectivo.

El proyecto de construcción de las viviendas provocará «daños claros» en el paisaje, con el «trasplante-muerte» de 660 árboles y la tala de 41 de los 1.500 ejemplares de la zona, añade Marbella Activa, que ha presentado alegaciones al PGOU para tratar de evitar el «colapso» de la zona.

El Ayuntamiento ejecuta actuaciones para mejorar la accesibilidad en Trapiche Norte, que se suman a otras anteriores para solucionar problemas de inundaciones en la zona del antiguo hotel Don Miguel.

Los trabajos consisten en crear nueve puntos de rebaje de bordillos en la calle La Parra para facilitar el tránsito de personas con movilidad reducida y consolidar una zona de 400 metros cuadrados de superficie de solería y espacios de esparcimiento. También se habilitará un aparcamiento con cinco plazas y se ampliará el alumbrado, además de unas islas ecológicas ubicadas en superficie en lugar de soterradas para evitar las filtraciones y facilitar su limpieza.

«Tenemos que seguir apostando tanto por los aparcamientos como por la accesibilidad y la seguridad de los peatones con la mejora de los pavimentos y, en esta línea, vamos a continuar trabajando», señala el delegado de Obras, Diego López.