Operación Runner/Newton

Desarticulado en el Guadalquivir un narcoembarcadero gestionado desde Marbella por dos hermanos

La trama incluía dos tiendas de ropa en Puerto Banús y Sevilla que servían para canalizar los beneficios del tráfico de drogas. Entre los 15 detenidos hay empleados de un banco y una correduría

Desarticulan una red criminal dedicada al tráfico de drogas a través del río Guadalquivir

Policía Nacional

La Opinión

Quince personas han sido detenidas por la Policía Nacional en una operación desarrollada en Málaga y Sevilla contra una organización dedicada a introducir droga a través de un embarcadero situado a orillas del río Guadalquivir a la altura de Lebrija. Entre los arrestados están los líderes del grupo, dos hermanos afincados en Marbella y presuntamente responsables de una trama societaria que daba cobertura a dos tiendas de ropa de marca con las que canalizaban las ganancias obtenidas con el narcotráfico.

El operativo ha incluido la traba de dos bienes inmuebles valorados en 600.000 euros, 19 vehículos y tres embarcaciones, estimándose los bienes muebles en 400.000 euros. En los ocho registros realizados en ambas provincias se ha intervenido un kilo de cocaína, otro de metanfetamina, 700 gramos de éxtasis, 25.000 euros y 6.800 dólares en efectivo, seis vehículos de alta gama y un arma corta con munición.

La investigación arrancó en noviembre del año 2018 tras la aprehensión de 900 kilogramos de cocaína en el Puerto de Algeciras y continuó con una segunda fase en la que se desarticuló un importante grupo holandés dedicado a introducir grandes cantidades de cocaína por medio de contenedores. De esta trama holandesa, los investigadores tiraron de un hilo que les llevó hasta el grupo desarticulado en Sevilla, comprobando que se dedicaba al transporte, mantenimiento, aprovisionamiento de combustible y botadura de narcolanchas a través de un narcoembarcadero localizado en Lebrija.

Las indagaciones del Grupo I de Estupefacientes de la Udyco-Costal del Sol y del Grupo II de la Udyco de Sevilla permitieron localizar una infraestructura que incluía naves industriales y vehículos utilizados para el transporte de las embarcaciones, actividad que sumó la identificación y detención de 15 personas por su presunta implicación en la trama. Por su parte, el Grupo III de Blanqueo de Capitales de la UDEF de Málaga realizó una investigación económica y patrimonial que demostró que el alto nivel de vida de los implicados era incompatible con sus actividades laborales aparentemente legales.

Los dos hermanos habían creado un entramado societario que proporcionaba cobertura a dos tiendas de ropa de marca, una ubicada en Puerto Banús y otra, en Sevilla. "Mediante estas sociedades canalizaban las ganancias del tráfico de drogas, adquirían bienes de gran valor y accedían a préstamos y productos bancarios", ha explicado la Policía Nacional. De la misma manera, la cúpula ocultaba en todo su momento su vinculación con las sociedades, utilizando para ello a su círculo familiar o a personas de su propia confianza. Esto explica que las compañías cambiaran de partícipes y de administradores a conveniencia de la organización, simulando contratos de trabajo, nóminas e incluso beneficios para justificar la entrada de elevadas cantidades de dinero , en el circuito financiero.

La trama se valía supuestamente de dos empleados de una gestoría que se encargarían de los trámites en relación con los cambios de titularidad de las sociedades, la simulación de beneficios de la sociedad, la adquisición de vehículos de alta gama y el apaño de nóminas, que proporcionarían apariencia legal a los ingresos de uno de los principales investigados y de su expareja, permitiendo incluso a esta última acceder a prestaciones de la Seguridad Social.

La investigación también constató la supuesta participación de dos empleadas de una sucursal bancaria de Sevilla que habrían favorecido que uno de los cabecillas operase en todo momento con las cuentas bancarias que se encontraban a nombre de las sociedades o de terceros, a pesar de no figurar como titular, ni autorizado, ni apoderado de las mismas. Los investigadores consideran que estas mujeres habrían permitido que este investigado contratase diferentes productos como préstamos o seguros a nombre de terceros, lo que permitía a la organización lograr una financiación con apariencia legal que luego amortizarían con dinero proveniente de actividades ilícitas.

Los agentes consideran acreditada igualmente la participación de un empleado de una correduría de seguros que habrían tramitado seguros para los vehículos del entramado, accediendo a que figurasen como tomadores y asegurados terceras personas interpuestas para lograr la ocultación de los mismos.