Suministro de agua

Cortes de agua en una urbanización de Marbella con 315 familias

Vecinos de la zona residencial de Costabella denuncian el estado de deterioro de la red de abastecimiento ante la dejadez del Ayuntamiento

Una de las tuberías de la urbanización Costabella. | L. O.

Una de las tuberías de la urbanización Costabella. | L. O. / marcel vidal. marbella

Marcel Vidal

Vecinos de la urbanización Costabella, ubicada en el distrito de Las Chapas de Marbella y en la que residen más de 315 familias, denuncian cortes masivos en el suministro del agua debido al deterioro de las tuberías de conducción, roturas de canalizaciones y contaminación de aguas fecales.

Sólo en el transcurso de 2021, señalan, han sufrido 25 averías que califican como graves en el servicio de abastecimiento del agua como consecuencia del mal estado en el que se encuentran las canalizaciones, construidas con materiales de muy baja calidad, como la uralita, y con más de 50 años de antigüedad.

«Los cortes de agua potable pueden durar horas, el día entero o más. Se trata de una infraestructura de agua muy antigua. Las tuberías están porosas y hechas de un material contaminante», señala la vicepresidenta de la asociación de propietarios de la urbanización, Montserrat González.

Los vecinos han tenido que contratar a empresas especializadas para localizar algunas fugas de agua debido a la antigüedad de las tuberías. «Es una red tan antigua que algunas tuberías van por debajo de las casas», explica González.

A los frecuentes cortes en el suministro de agua se han sumado en los últimos meses roturas en las tuberías de abastecimiento del agua potable que podrían provocar que las aguas de consumo humano y fecales se mezclaran, lo que empeoraría una situación que los residentes de la urbanización califican de «insoportable».

«Ya se han registrado episodios de contaminación del agua potable por filtraciones de aguas fecales en el pasado y se pueden volver a repetir, con lo que se compromete la calidad del agua que beben a diario las familias», señalan los vecinos.

«Siempre tenemos el miedo de que podamos tomar uralita con el agua potable o que esté contaminada con aguas fecales. Hemos tenido este año 25 averías que hemos tenido que arreglar nosotros», apunta el presidente de la asociación de propietarios, Tobias Greiling.

«Con el paso de los años, el estado de las tuberías es peor, lo que hace que se rompan más a menudo», agrega la vicepresidenta del colectivo.

Las familias aseguran que sienten «rabia e impotencia» ante la «pesadilla» de las roturas de las tuberías y cortes en los suministros de agua que, señalan, experimentan las viviendas ubicadas en la urbanización y responsabilizan al Ayuntamiento y a la empresa pública de aguas de la Costa del Sol, Acosol, que depende de la Mancomunidad de Municipios de la comarca, por su «desidia» ante la denuncia de los residentes.

«Las averías que se producen son ya de una envergadura que muchas veces cuesta más de un día poderlas reparar y nos faltan los medios», señala la vicepresidenta del colectivo de propietarios.

Recepción de la red de agua

Los vecinos aseguran que un decreto de 2012 obliga al Ayuntamiento de Marbella a recepcionar las redes de suministro de agua potable de la zona residencial. Pero, lamentan, el Consistorio ha hecho caso omiso del contenido de la normativa.

«El Ayuntamiento marbellí sigue sin cumplir con la ley y se limita a comprometerse, una y otra vez, con un plan de mejoras del suministro y del saneamiento que jamás se ha puesto en marcha», lamentan los residentes.

Los vecinos señalan que la última vez que el Ayuntamiento prometió el inicio de las actuaciones de mejora del sistema de abastecimiento fue en mayo de 2019 tras un acuerdo entre el Consistorio, Acosol y la empresa que gestiona el suministro de agua en Marbella, Hidralia.

«Sabemos que el proyecto está aprobado, pero no sabemos por qué no se efectúa la obra», agrega González.

La asociación de propietarios reclama al Ayuntamiento de Marbella que abandone su «pasividad» antes de que el problema traiga «consecuencias aún peores» para la salud de los vecinos y ejecute unas obras de mejora que, indican, debían haberse realizado hace diez años.