Boho, un oasis gastronómico en la Milla de Oro

Entre elegantes palmeras y el fresco aroma a césped recién cortado, el chef Diego del Río -Estrella Michelin en la cocina de El Lago- inauguró Boho -su particular oasis gastronómico- justo antes de la pandemia; hoy convertido en uno de los restaurantes más solicitados de Marbella.

Pese a contar con menos público extranjero del habitual y una carta sólo apta para bolsillos pudientes, cenar en Boho -“completo” desde hace semanas- es hoy misión casi imposible, ha confirmado a Efe Del Río mientras cruzaba los dedos con el deseo de hallar “continuidad después del verano”.

“Agosto siempre es turismo nacional”, ha señalado el cocinero, y en Boho no es diferente; si bien, y aunque es un año “algo atípico”, “se están dejando ver muchos árabes”, sobre todo cataríes y saudíes, algunos británicos, pocos alemanes y en menor medida, rusos y nórdicos, ha detallado.

Cocina honesta y cuidados espacios

Para este reputado chef, que se muestra “contento de estar a la cabeza de un proyecto que tantas alegrías está dando”, la clave de estos resultados está, en primer lugar, en presentar una “cocina honesta”; y en segundo, en disponer de amplios jardines y cuidados espacios al aire libre.

Ubicado en un resort de lujo en plena Milla de Oro, este prometedor proyecto abrió sus puertas por primera vez en septiembre de 2019, pero sólo unos meses después llegó la crisis del coronavirus y con ella, “el fatídico marzo de 2020”, ha comentado a Efe -preocupado, aunque sereno- Del Río.

Sin embargo y a pesar de “todas las luces y sombras que ha tenido -y tiene- esta pandemia” y de haber “sufrido el cierre de las fronteras”, el balance es “óptimo” y en este restaurante marbellí continúan “trabajando muy bien” pero sobre todo, convencidos de que les espera “un gran futuro”, ha subrayado el chef.

Un matrimonio con sus tira y afloja

La relación con la clientela es “como un matrimonio, con sus tira y afloja” -comentó entre risas Del Río- en el que ambos -cocinero y comensales- se tienen que “ir conociendo” hasta lograr “un buen encuentro”.

Sin llegar a perder su esencia, la cocina de este exclusivo restaurante marbellí “ha ido poco a poco cambiando al gusto de los clientes”, ha explicado a Efe su principal responsable, que la define como “una cocina internacional con una base andaluza y una calidad del producto excepcional”.

El hacer en los fogones de Diego del Río se basa, como él mismo afirma, “en la tradición” y en lo que ha vivido en su propia casa para, a partir de ahí, dar “rienda suelta a la imaginación” y ponerle “una pincelada vanguardista” a los platos que tanto le gusta mimar.

No se anima a decantarse por ninguno, pero quienes los han probado repiten con la sopa de maíz con verduras encurtidas, los raviolis de bogavante con caldo de ceviche, las croquetas de carabinero o el “steak tartar” con yema curada en oloroso.

En casa del herrero, cuchillo de palo

Un moviendo de cabeza y una sonrisa pícara, acompañada de un “en casa del herrero, cuchara de palo”, son la respuesta a la pregunta sobre qué cocina un Estrella Michelin cuando llega a su casa.

A este prestigioso chef, al que le encanta cocinar y que se declara “un fanático de la cuchara” -sobre todo en invierno-, le gusta que le cocinen y en su día de descanso, además de “estar con la familia”, prefiere comer fuera o “apañarse con un poco de embutido o fruta” en lugar de ponerse el mandil y agarrar la sartén.