Urbanismo

Vecinos y comerciantes protestan contra unas obras en las calles del centro urbano

Denuncian que el Ayuntamiento contemple cerrar durante ocho meses a partir del lunes y de forma simultánea dos de las calles más transitadas de Marbella por sus edificios de viviendas y locales comerciales, afectados aún por la crisis económica

Parte de los vecinos que se concentraron ayer en una de las calles en las que se ejecutarán las obras

Parte de los vecinos que se concentraron ayer en una de las calles en las que se ejecutarán las obras / L. O.

Marcel Vidal

Vecinos y empresarios de comercios de proximidad se concentraron ayer para protestar contra la planificación que ha previsto el Ayuntamiento para ejecutar, a partir del lunes, unas obras en dos calles ubicadas en el centro urbano de Marbella.

Los manifestantes aseguraron que las actuaciones supondrán cerrar al tráfico durante, al menos, ocho meses las calles Nuestra Señora de Gracia y Virgen del Pilar, que comunican la avenida Ricardo Soriano -la principal artería de comunicación del núcleo urbano- con el frente litoral, lo que perjudicará a unos comercios que siguen lastrados por la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus y a los vecinos que disponen de plazas de aparcamientos en alguna de las dos vías.

Proponen que se suspenda el inicio de la ejecución de las obras, que cuentan con un presupuesto de 2,5 millones de euros; que las actuaciones se acometan por fases; y que se celebre una reunión entre los vecinos y el delegado del área, Diego López, para estudiar alternativas.

Los manifestantes calificaron de «inadmisible» que ambas calles se corten al tráfico de forma simultánea durante ocho meses por unas obras «innecesarias», ya que imposibilitará el acceso a garajes y lo obstaculizará para unos comercios que sufrirán «graves perjuicios económicos y en muchos casos se verán abocados al cierre», señaló Marcos Gil, vecino de la zona, que leyó un manifiesto.

«Se agravará la ya difícil situación marcada por la pandemia sanitaria y para las personas mayores o con movilidad reducida que residen en estas calles, por no hablar del atasco circulatorio. Estas circunstancias se han pasado por alto por la falta de participación con los ciudadanos», agregó.

José Núñez, regente de una tienda de ropa en la calle Nuestra Señora de Gracia, tachó de «barbaridad» que se actúen en las dos calles de forma simultánea.

«Llevamos dos años con la pandemia. Y ahora, a través de un comunicado, nos dicen que el lunes empiezan las obras a la vez. Nos ha venido de sopetón. ¿Quién puede soportar eso? Vamos a cerrar más de la mitad» de locales, señaló el empresario, que pidió al Ayuntamiento «sentido común».

Tomás Chacón paga 1.500 euros al mes por el alquiler del local en el que se encuentra la cafetería que regenta. «Cuando esto empiece a bajar, ¿qué hago yo? ¿Quién me va a pagar el alquiler? La única opción será cerrar», apuntó.

Aparcamientos a 20 minutos

Para Isabel Izquierdo, que gestiona dos tiendas de lencería en la calle Nuestra Señora de Gracia, el plazo de ejecución de las obras «nos va a hacer polvo». «Tenemos mucha mercancía de cara a la primavera y el verano que ya hemos comprado. Tenemos empleadas y tenemos que pagar impuestos», añadió.

La vecina Cristina Lima denunció que el Ayuntamiento le ha facilitado, durante el tiempo de ejecución de las obras, una plaza de aparcamiento que se encuentra a 20 minutos a pie desde su domicilio. «Tengo una hija que la tengo que llevar al colegio en coche con una mochila de ocho kilogramos de peso», explicó.

El Ayuntamiento aseguró que tres empresas ejecutarán otras tantas obras de forma paralela para garantizar el mayor número de trabajadores, maquinaria y medios materiales y la «menor afección posible» de la zona.

Apuntó que el arreglo del tramo entre la avenida Ricardo Soriano y la cafetería Acapulco estará terminado en mayo; las obras desde este local hasta el final de la vía concluirán en siete meses; y las actuaciones en la calle Virgen del Pilar tendrán un plazo de ejecución de ocho meses.