Padres mantienen la presión para que el instituto de Las Chapas esté en 2023

Los padres de los alumnos que siguen su educación secundaria en aulas prefabricadas en la zona residencial de Xarblanca mantienen la protesta prevista para el viernes, día en el que la Corporación municipal celebrará el pleno de enero, para exigir a la Junta de Andalucía que el instituto que construye en Las Chapas entre en funcionamiento en el curso académico 2023-2024.

Las ampas La Florida y Los Molineros anunciaron la protesta a mediados de enero, después de que venciera el plazo hasta el 20 de diciembre que dieron al Gobierno regional para que iniciara las actuaciones; y la ratificaron ayer, a pesar de que la Junta anunciara que las primeras actuaciones ya habían comenzado y se comprometiera a que el centro esté en funcionamiento en septiembre de 2023.

Los colectivos temen que el retraso del inicio de las obras postergue la entrada en servicio del instituto más allá de 2023 y condene a los alumnos a seguir sus estudios secundarios en unas aulas prefabricadas en las que llevan unos cuatro años y que carecen de equipamientos como laboratorio o en las que no pueden hacer educación física los días de lluvia por la falta de un pabellón cubierto.

«Está muy bien que nos digan que el instituto llegará a tiempo, pero tenemos que estar encima del proyecto porque no confiamos en la palabra que venga de cualquier institución pública. Nos han demostrado que, aunque haya muchas palabras, los hechos son los hechos», señaló el presidente del ampa Los Molineros, Antonio Maíz.

Los padres miran de reojo a un instituto que la Junta edifica en San Pedro y cuyas obras prosiguen aunque el Gobierno regional anunció la terminación de las actuaciones para finales de 2021.

«La confianza la tendré el primer día del curso 2023-2024 cuando mi hija entre por la puerta del instituto», señaló Maíz.

Las actuaciones cuentan con un plazo de ejecución de año y medio -periodo que comenzó a correr el 7 de enero con la firma del acta de inicio de obra-, por lo que, según las previsiones de la Junta, el instituto estará construido en verano de 2023.

Para entonces ya se habrán celebrado las elecciones autonómicas y municipales, lo que llevó a la delegada del Ejecutivo andaluz en Málaga, Patricia Navarro, a deslizar que posibles cambios de gobierno en el Ayuntamiento o en la Junta bloquearían el proyecto.

«En 18 meses pueden ocurrir muchas cosas. Espero que todo siga igual por el bien de esta infraestructura, los vecinos y los alumnos. Si hubiera algún cambio en algún sitio, a nadie se le ocurra tocar» la obra, indicó.

El instituto cuenta con una inversión de más de seis millones de euros y tendrá 620 puestos escolares, una superficie de 5.400 metros cuadrados y 20 pabellones entre los de secundaria y bachillerato.