Gastronomía

La segunda vida de Santiago

Un restaurador argentino reabre el emblemático local de Marbella, que tras cerca de 50 años de servicio, parecía abocado al cierre con la jubilación del prestigioso cocinero Santiago Domínguez, pero la llegada del empresario Horacio Harán garantiza su continuidad

Santiago Domínguez y Horacio Harán, en la puerta del restaurante Santiago. | L. O.

Santiago Domínguez y Horacio Harán, en la puerta del restaurante Santiago. | L. O. / marcel vidal. marbellamarcel vidal.

Marcel Vidal

Buscaba un restaurante en España con el que poder dar el salto desde su Argentina natal a Europa. Tras descartar establecimientos en Valencia o Barcelona, un amigo de EEUU le propuso que visitara un restaurante ubicado en Marbella junto al paseo marítimo y a poca distancia del Casco Antiguo.

Cuando Horacio Harán se presentó en el lugar indicado para interesarse por el que iba a ser un local más de su ronda de visitas se encontró con uno de los restaurantes de mayor prestigio de la Costa del Sol y en cuyo salón han almorzado o cenado la soprano María Callas; actores y actrices como Orson Welles, Sofía Loren o Anthony Quinn; el magnate Aristóteles Onassis junto a Jacquelin Kennedy; Kofi Annan cuando desempeñaba el cargo de secretario general de las Naciones Unidas; Camilo José Cela; Dalí; o monarcas como los de España o de Arabia Saudí.

«Fue amor a primera vista» lo que, señala, sintió al ver el restaurante por primera vez. «Me mandaron fotografías desde EEUU, cogí el primer vuelo para llegar a Marbella, me vine, lo vi y me encantó», recuerda.

Tras cerca de 50 años de servicio, el restaurante Santiago tenía previsto apagar sus fogones para siempre y cerrar sus puertas con la próxima jubilación de su fundador, Santiago Domínguez, un restaurador de Burgos que llegó a Marbella en la década de los 50 del siglo XX.

Sin embargo, tras algunos meses sin actividad, el restaurante ha reabierto sus puertas esta semana de la mano de Harán y con el apoyo, durante los primeros meses, de Santiago Domínguez, reconocido con las Medallas al Mérito del Trabajo que le concedió el Gobierno de España en 2015 y de la Ciudad de Marbella dada por el Ayuntamiento en 2013 y que puso en marcha uno de los primeros chiringuitos de playa del municipio, eliminado años después para construir el paseo marítimo.

«Mi felicidad sería que este negocio siga con lo que ha sido hasta ahora. Yo he estado cerca de 70 años en esta profesión y lo que quiero es que Horacio, que es muy joven, siga otros tantos», señala el restaurador castellano, que define el traspaso del establecimiento como «una transmisión de pescados, mariscos y botellas de vino».

«Le ayudaré un poco para que pueda salir adelante y para presentarle a mis amigos y clientes», agrega el restaurador castellano, que, recuerda, ha llegado a estar 15 y 16 horas al día al frente de su establecimiento.

Harán, que hasta su llegada a Marbella gestionaba diferentes restaurantes en Argentina -sólo en Buenos Aires contaba con tres- de carnes, pizzas y cocina italiana, asegura que el establecimiento seguirá «sin duda, manteniendo su esencia», a la que se añadirá una parrilla argentina.

«Vamos a seguir con la misma carta. Vamos a seguir glorificando toda la trayectoria de Santiago Domínguez con algunas pequeñas innovaciones de Argentina. Vamos a hacer convivir el marisco con algunas carnes y cortes especiales argentinos», explica.

Destaca la figura de Santiago Domínguez y el legado que deja el cocinero burgalés. «Lo que significa Santiago para Marbella y el resto de Andalucía me terminó de enamorar» para tomar su relevo, destaca el empresario argentino, que también cuenta con experiencia en trabajos con hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas.

«Santiago es el primer local que abrimos fuera de Argentina con todo lo que ello conlleva. Es un gran desafío, especialmente al frente de este establecimiento. Es también una gran responsabilidad, pero al mismo tiempo un orgullo», agrega.