Reconocimiento

Trinidad Parejo: La pionera de las policías locales de Marbella

Trinidad fue la primera mujer que ingresó en la Policía Local de Marbella y recibe mañana, con motivo del Día Internacional de las Mujeres, un reconocimiento por su contribución a fortalecer la figura femenina en la sociedad

Trinidad Parejo, en sus horas de servicio en la Jefatura de la Policía Local de Marbella.

Trinidad Parejo, en sus horas de servicio en la Jefatura de la Policía Local de Marbella. / L. O.

Marcel Vidal

Trinidad Parejo se fijó en aquella mañana en el anuncio publicado en el tablón del Ayuntamiento de Marbella mientras esperaba para hacer una gestión administrativa que le había pedido su padre.

En la notificación advirtió que era el último día para presentar la instancia para aspirar a una plaza para la que cumplía todos los requisitos, como el carnet de conducir, el graduado escolar o tener la estatura mínima. «Me gusta», pensó mientras registraba, junto a la documentación que le había encargado su padre, la solicitud.

En el almuerzo, hizo el anuncio: iba a ser Policía Local. «Mis padres y hermana se me quedaron mirando con una cara... alucinaban», recuerda Parejo, que apunta que su deseo era ser militar, pero, por ser mujer, no pudo.

Días después accedió a la Academia de la Policía Local para preparar las oposiciones. De las cinco mujeres que se presentaron, sólo ella, con cerca de 20 años de edad, aprobó y se convirtió así en la primera agente del Cuerpo en Marbella.

«Nunca tuve problemas con el resto de compañeros pero -en sus inicios, en la calle- me miraban como a un bicho raro». «Me pusieron una falda de la que me quejé porque era muy incómoda y llegaba por debajo de las rodillas y unos zapatos con tacón. No había uniformes de mujer. Iba con un bolsito en bandolera para meter el boletín y el bolígrafo. La gente me miraba y se fijaba en la pistola», rememora.

En lo que no había distinción de género era en el uso del walkie-talkie. «Había uno para cinco. El que llegaba primero, lo cogía», señala Parejo.

Las primeras regulaciones autonómicas sobre la uniformidad de las policías locales de Andalucía llegaron a inicios de la década del 2000 y en la actualidad las agentes ya cuentan con chalecos antibalas adaptados a su fisonomía.

Su primer servicio, un 20 de julio de 1983 tras tomar posesión de su cargo al mediodía en el Ayuntamiento, fue velar por la seguridad en un concierto que ofrecía Miguel Ríos en el Estadio Municipal de Marbella. Una semana más tarde, hizo otro tanto en «una buena tarde de toros con Manolo Vázquez, Paquirri y Paco Ojeda» y días después, en la etapa de la Vuelta a España de ciclismo que pasaba por el municipio.

También recuerda el día que, patrullando en la calle Marqués del Duero, en San Pedro, -entonces abierta al tráfico rodado- su padre hizo una maniobra indebida. «Lo paré y le pedí la documentación. Él me decía ‘soy tu padre’. Todo el mundo estaba pendiente de lo que yo hacía. Le puse una multa que acabé pagando yo, pero no podía permitir que, por ser mi padre, hiciera una tontería. En la casa me echó la bronca, pero la calle era la calle», apunta.

Recuerda que, en sus inicios, los agentes no hacían prácticas en la Academia, sino que «salías a la calle y las hacías sobre la marcha». «En mi vida había regulado el tráfico, pero era algo que me gustaba», apunta Parejo, que, tras, cerca de 40 años de servicio -el viernes se jubiló-, se queda con el hecho de haber trabajado «en lo que me gustaba».

«Si trabajas en algo que te gusta, tienes 365 días de vacaciones al año. Y mi trabajo me ha gustado mucho. He sido feliz con él», apunta parejo, que aconseja a las agentes que disfruten de su ocupación y que sean «honestas, firmes y que no pierdan la humildad por tener una placa».

Parejo, junto al jefe de la Policía Local, Javier Martín, el día de su jubilación. | L.O.

Parejo, junto al jefe de la Policía Local, Javier Martín, el día de su jubilación. / L. O.

Pilates y paseos con su perra

Parejo recibirá mañana, con motivo del Día Internacional de las Mujeres, un reconocimiento por su contribución a fortalecer la figura femenina en la sociedad, una distinción que asegura, «me supera». «No me gusta llamar la atención, prefiero estar siempre en un segundo plano. Y este reconocimiento, también inesperado, me ha superado. Pero estoy muy orgullosa», señala la exagente, que ya baraja planes a los que dedicar su jubilación. «Me iré con mi perra para arriba y abajo y me apuntaré a clase de pilates», dice.

El jefe de la Policía Local, Javier Martín, destaca la «inquietud y la curiosidad por saber y conocerlo todo» que ha mostrado Parejo durante sus años de servicio.

También subraya su capacidad para «replicar». «El pasada verano, durante unas horas extras en Puerto Banús, un compañero me avisó de que Trinidad estaba en uno de los accesos discutiendo con un hombre. Se encontraba sola, sin compañero. Dimos la vuelta y, cuando llegamos, tenía al hombre, un bicharraco, sentado en la acera y esposado», recuerda el responsable de una Cuerpo que, de unos 330 agentes, más de 20 son mujeres, tres de las cuales se encuentran en cuadros de mando.

«Trinidad ha estado en todos los sitios, en Seguridad Ciudadana; en Atestados, con la responsabilidad que conlleva; y últimamente estaba al frente de todo el servicio de envío de patrullas. Siempre ha estado en primera línea y siempre puntera», subraya Martín.

Suscríbete para seguir leyendo