Tachan de «inadmisible» el uso religioso de un centro cultural de Marbella

El colectivo social Cilniana critica la utilización privada de un edificio del siglo XVIII de la industria del azúcar

Una presentación en la sala de actos del Cortijo Miraflores. | L.O.

Una presentación en la sala de actos del Cortijo Miraflores. | L.O. / marcel vidal. marbella

Marcel Vidal

La asociación cultural Cilniana calificó ayer de «inadmisible» que el Ayuntamiento de Marbella ceda la sala de lectura del Centro Cultural Cortijo Miraflores a fines religiosos, un espacio que, apuntó el colectivo, nunca tuvo ese carácter ni los vecinos lo demandaban.

La cesión de una sala de interés general para los vecinos supondrá la extensión del uso religioso de otras dependencias comunes del inmueble, como las oficinas administrativas o el Archivo Histórico Municipal, señaló la asociación.

«Se trata de un notable conjunto patrimonial que, en este caso, se justifique como se justifique, se ha puesto en peligro», apuntó el colectivo, que tachó la medida de «desdén» al legado histórico local.

Cilniana aboga por ceder otros espacios religiosos o municipales con las mismas prestaciones y sin perjudicar el patrimonio público.

«El Cortijo, que tanto revela o esconde de la industria del azúcar en Marbella desde, al menos, principios del siglo XVIII se yergue como una construcción que, tras muchos lustros de desidia, ha alcanzado la categoría de referente al que se han conseguido asociar actividades de profundo calado cultural y social cuya proyección en la ciudad es señaladamente mayoritaria», destacó el colectivo.

Cilniana denunció también la ejecución de obras para adaptar la sala de uno de los edificios más emblemáticos de Marbella a las nuevas utilidades. «Se han hecho con una celeridad prodigiosa y con presupuesto y mano de obra del Ayuntamiento», apuntó.

Preguntado al respecto, el Ayuntamiento declinó ofrecer su versión.

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