Vecinos

Vecinos acusan al Ayuntamiento de Marbella de ser «cómplice» de la discoteca Opium

Aseguran que el Consistorio desoye las diferentes denuncias que presentan contra el establecimiento

Parte de los vecinos que se quejan de Opium, frente al establecimiento, al otro lado de la N-340.

Parte de los vecinos que se quejan de Opium, frente al establecimiento, al otro lado de la N-340.

Marcel Vidal

Vecinos de una urbanización próxima a la discoteca Opium acusan al Ayuntamiento de Marbella de ser «cómplice» de las irregularidades que, señalan, comete desde su apertura el establecimiento en el que hace una semana se registró un tiroteo que se saldó con cinco heridos y tres detenidos

Los residentes aseguran que el local, que se caracteriza por sus fiestas y actuaciones musicales, ha operado desde 2018 con una licencia para gestionar un establecimiento de hostelería sin música con capacidad para ocho personas.

El equipo de Gobierno concedió hace dos semanas a la discoteca una autorización de auditorio eventual al aire libre, una modificación que los vecinos de la urbanización El Real califican como una maniobra para «enmascarar» las diferentes denuncias que han interpuesto contra el local.

«Se producen atascos de tráfico todos los días, con los problemas de seguridad que conllevan en una carretera como la N-340. Hay botellones, contaminación acústica y lumínica y aparcamientos en zonas en las que se dificulta el paso del transporte urbano. El local tiene ahora una autorización para 2.500 personas. Si antes había problemas de tráfico, ahora se multiplicarán», señala Santiago Montero, uno de los vecinos de la urbanización en la que unos cien residentes se ven afectados por la actividad de la discoteca y en la que algunos de ellos han expuesto pancartas en las fachadas de sus viviendas con los mensajes ‘Queremos poder descansar. Cierre Opium, ya’ o ‘Derecho fundamental al descanso. Ayuntamiento cierra Opium’.

Montero asegura que, desde 2019, ha presentado 70 denuncias contra el establecimiento, pero, señala, el Ayuntamiento nunca ha contrastado los hechos que ha expuesto. «Se trata de una dejación de funciones muy clara. El Ayuntamiento no cuida de la salud de los vecinos. Reclamamos que se cumpla la ley y que si Opium es una discoteca, que se le trate como una discoteca», señala.

Según Salvador Campos, otro vecino de la urbanización, «Opium ha incumplido de forma sistemática todas las autorizaciones que ha tenido». 

«El Ayuntamiento hace caso omiso a las denuncias que presentan los vecinos, más allá de alguna multa simbólica. Hay una complicidad con Opium», agrega.

Campos asegura que la Policía Local ha acreditado este año que el nivel de decibelios que emite el local era de 85, cuando lo permitido para locales en zonas residenciales en horario nocturno es de 45.

El portavoz municipal, Félix Romero, aseguró el lunes, tras la reapertura de Opium, que el local tiene una licencia en vigor y «pleno derecho de abrir sus puertas». «Ejercen su derecho cumpliendo con la licencia de apertura que tienen. Es una decisión empresarial», señaló.