Un tributo entre las dunas de Marbella para Fernando

Un grupo de ocho vecinos se plantó en 2004 -en plena época de especulación gilista- ante las máquinas que iban a ejecutar las obras de un club de playa que hubieran supuesto la destrucción de cerca de un kilómetro de longitud de la franja dunar de La Adelfa, en el distrito de Las Chapas, en Marbella.

Tras detener las actuaciones, los vecinos recabaron más de 800 firmas para constituir una asociación que intercediera ante las administraciones públicas para evitar que proyectos futuros amenazaran las reservas dunares que caracterizan a Las Chapas.

Entre los vecinos que se movilizaron a favor de estos entornos de alto valor medioambiental se encontraba Fernando Piquer, fundador de ProDunas.

Parte de los socios del colectivo han regresado este viernes, 20 años después, a la misma duna de La Adelfa -que, desde 2015, forma parte de una reserva ecológica junto a otros ocho cordones dunares en unos 13 kilómetros de longitud de costa - para rendir un homenaje a Piquer, que falleció el pasado julio.

La asociación ha descubierto un panel que recoge información, en castellano e inglés, sobre la figura del expresidente de ProDunas y los hitos más importantes que ha desarrollado la asociación para salvaguardar los cordones dunares. 

«Es un homenaje sencillo y sentido, como era el carácter de Fernando, una persona que no buscaba medallas. El homenaje no es ostentoso. Se trata de un panel acorde a la personalidad de él y ProDunas. Fernando ha sido el puntual y, tras él, han venido todos los seguidores», señala la presidenta de ProDunas y viuda de Piquer, Susanne Stamm, que lamenta, con un trasfondo de amargura, que el reconocimiento llegue tras la desaparición del promotor de ProDunas.

Piquer, presidente honorífico de la asociación, también recibirá en mayo, a título póstumo, el reconocimiento como Ciudadano Honorario de Marbella.

ProDunas cuenta con cerca de 230 socios y, además de los trabajos para proteger los cerca de 500.000 metros cuadrados de sistemas dunares del municipio, organiza campañas de divulgación y sensibilización entre los vecinos de Marbella, especialmente entre estudiantes. 

El colectivo colaboró también para que las dunas de Artola, una extensión de arena de alto valor medioambiental de 200.000 metros cuadrados de superficie próxima al mar y en la que científicos y universitarios realizan sus investigaciones, fueran declarado Monumento Natural en 2003.

«Hay que continuar protegiendo las dunas y aquí seguimos», señala Stamm.