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"La ampliación de La Bajadilla es el proyecto de la constancia"

La UTE que ejecutará las mejoras de la marina reconoce las dificultades judiciales que ha tenido que superar para desarrollar un proyecto que, tras años de parálisis, está llamado a transformar Marbella y el resto de la Costa del Sol

Muelles de atraques de las embarcaciones de recreo del puerto La Bajadilla.

Muelles de atraques de las embarcaciones de recreo del puerto La Bajadilla. / L.O

Marbella

El proyecto que, previsiblemente, servirá para ampliar el puerto La Bajadilla, una obra llamada a transformar la actividad turística y de ocio de Marbella, comenzó su singladura hace cerca de 15 años, periodo durante el cual ha tenido que afrontar dificultades administrativas y judiciales.

La Unión Temporal de Empresas (UTE) Marina Internacional de Marbella que impulsa la actuación perdió la adjudicación de las obras en 2011 en detrimento de, en aquel entonces, un poderoso jeque catarí que deslumbraba a la Costa del Sol con sus inversiones y proyectos, Abdullah Al Thani.

El también presidente del Málaga C.F. era la cabeza visible de la sociedad Nas Marbella, que contaba con el apoyo del Ayuntamiento de Marbella, cegado por el brillo de los petrodólares de Al Thani; y de la sociedad municipal que gestiona el puerto deportivo Virgen del Carmen.

Pero la propuesta de Al Thani comenzó a naufragar en 2017, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) anuló la licitación del concurso al entender que Nas Marbella, una sociedad de nueva creación, incumplía los requisitos del concurso, como acreditar solvencia económica y técnica y carecer de un importe mínimo de facturación en los tres años anteriores a la licitación y de experiencia en la gestión de puertos deportivos.

Al Thani presentó un recurso contra el fallo del TSJA , pero el Tribunal Supremo lo rechazó, hundiendo así las aspiraciones del jeque catarí.

La UTE volvió a concurrir a la obra y, a finales del pasado marzo, obtuvo de la Junta de Andalucía la resolución favorable de la autorización ambiental unificada de su proyecto, el documento que recoge las medidas de protección del medio ambiente que tendrá que respetar el conglomerado empresarial en la ejecución del proyecto.

La aprobación del documento es el paso previo para la licitación de una obra a la que, en esta ocasión, la UTE concurre en solitario, por lo que sólo tiene que esperar a que venzan los plazos administrativos para asumir y ejecutar las actuaciones.

"Estamos viendo el final del proyecto que empezó hace años. Yo le llamaría el proyecto de la constancia tras mil avatares judiciales. La autorización ambiental ha costado casi un año lograrla. Ahora sólo queda que siga el proceso de la adjudicación", señalan fuentes de la UTE, que tendrá que constituirse en sociedad anónima para emprender el proyecto.

"Después de tantos años, no queremos dar plazos sobre la adjudicación de la obra. No nos planteamos ningún tiempo de expectativa temporal. Seguiremos con la misma constancia y paciencia que hemos demostrado hasta ahora", agregan.

Atraque para cruceros

La UTE ha tenido que readaptar el proyecto a los cambios en la legislación medioambiental que han aparecido durante los años de bloqueo de las actuaciones. La propuesta de Marina Internacional de Marbella recoge una terminal para embarcaciones de crucero en un edificio de doble altura de unos 1.000 metros cuadrados de superficie y que se ubicará en las cercanías de la bocana del puerto.

El inmueble contará con una pasarela integrada y otra móvil en su planta superior para dar servicio a los pasajeros que desembarquen de los cruceros. El proyecto de la UTE contempla también la construcción de una superficie de unos 10.400 metros cuadrados que se destinará a ofertas comerciales.

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