Tal y como estaba previsto, a las 12.00, hora británica, el silencio se impuso en Londres. Las principales arterias de la ciudad se paralizaron en un acto que fue repetido en numerosas ciudades europeas.

Ciudadanos europeos de los veinticinco Estados de la Unión guardaron ayer dos minutos de silencio en señal de duelo y solidaridad con las víctimas y heridos en los atentados terroristas de Londres del pasado día 7.

Las campanadas del Big Ben, el reloj del Parlamento londinense, marcaron el comienzo de los dos minutos de silencio que paralizaron toda actividad en Reino Unido para rendir homenaje a los 54 muertos y 700 heridos. Zonas y calles neurálgicas de la capital británica, como Trafalgar Square, Oxford Street (la calle más comercial de la ciudad) y Picadilly Circus quedaron absolutamente paralizadas.

Los autobuses y los taxis se detuvieron y sus pasajeros y conductores salieron a la calle al pie de los vehículos; los establecimientos comerciales se quedaron desiertos y las oficinas y entidades bancarias detuvieron su actividad.

La reina Isabel II de Inglaterra se sumó al dolor de la nación y guardó los dos minutos de silencio en su residencia del palacio de Buckingham, igual que hizo el primer ministro británico, Tony Blair, a la puerta de su despacho oficial, el 10 de Downing Street.

Repulsa. A la misma hora, las 12.00 de Londres (13.00 en España), los restantes 24 países europeos se sumaron al silencio y, con las banderas de todas las instituciones comunitarias a media asta, manifestaron su repulsa al terror y su solidaridad con las víctimas.

En Bruselas, el comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, dijo que la Unión "debe garantizar a los ciudadanos los derechos fundamentales a la seguridad como condición de otras libertades".

El Gobierno, Parlamento, partidos políticos e instituciones españolas guardaron también los dos minutos de silencio, a los que se sumó la embajada británica en Madrid, donde el embajador, Stephen Wright, agradeció "emocionado" el apoyo del pueblo de Madrid a su país. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, guardó el silencio en las instalaciones del Puerto de la ciudad de Valencia, donde ayer se encontraba de visita.