Zuuuum... Con un silencio casi insultante se pone en marcha el gran SUV de Lexus. Aunque puede que hoy ya no sorprenda a tantos, el arrancado sugiere que no hay nada debajo del capó. ¿Fallo mecánico? ¿Batería robada? No, tecnología híbrida en movimiento. Por supuesto ya no se necesita de llave para arrancar. El híbrido de Lexus se pone en marcha con una simple pulsación. Con el RX 450h se trata de la tercera generación del SUV que saltó al tren de los híbridos allá por el 2005. La apuesta de entonces, un Lexus con dos corazones (híbrido, combustible) ha probado de sobra su éxito. Hablar de unos 2,2 millones de vehículos vendidos a nivel mundial no es poca cosa.

En una primera aproximación llama la atención la parte delantera. El frontal, acuñado como "frontal diablo", domina prácticamente toda la óptica. Para diseños, gustos, pero el efecto llamada está garantizado. Resalta, aun más, en los modelos deportivos F-Sport con un panel en forma de nido de abeja. Aunque las medidas recuerden a su predecesor, algunas cosas han cambiado. Sobre el papel, la longitud ha aumentado en doce centímetros y la altura en cinco. En el interior, la sensación de estar en un verdadero lounge se fomenta con una posición y un suelo en la parte de los pasajeros más rebajada.

Por dentro el Lexus RX 450h triunfa de lleno. La palanca de cambios, que anteriormente llamaba la atención con una ubicación algo fuera de lo común, ha encontrado por fin su sitio. El ambiente de plástico de antaño ya es historia. Cuero de primerísima calidad bien trabajado y madera al estilo de un yate no tienen que esconderse entre, por ejemplo, Range Rover o la clase S de Mercedes. La identidad propia ya es innegable. Si a Lexus se le ha criticado en ocasiones emular un Toyota con un interior de cuero en colores abstractos, ya no quedan argumentos para estas afirmaciones. Los controles intuitivos, muy mejorados, hacen prescindible una gran pantalla táctil en la consola. No es que sólo ahorre huellas grasientas en la pantalla, donde ahora luce un reloj analógico, sino que en vez de eso la pantalla de 12,3 pulgadas está ubicada en un espacio en el salpicadero. Cuando salta la mirada de la carretera a la pantalla, la concentración a la circulación vuelve más rápido.

En la propulsión también novedades. En el V6 de 3,5 litros, que cuenta directamente con dos motores eléctricos, Lexus ha logrado subir de 249 caballos a 263. En estas variantes los motores disponen de un generador de retorno para recuperar energía. En condiciones óptimas, cuando la maquinaría funciona a todo gas, el RX 450h ofrece hasta 313 caballos. Es algo que ya se nota en el tráfico de la ciudad, cuando el pie derecho empieza a pesar más y el cambio automático empieza a trabajar sin sobresaltos ni apretones. Contribuye a esto que, ante una demanda de velocidad a tope, la parte eléctrica sigue asumiendo parte del trabajo. Más bien como gesto de cara a la galería se podría hablar en relación a la posibilidad de tomar el control de forma manual. En la versión F-Sport, incluso, el volante luce las siempre llamativas levas. Apenas se traduce en un cambio real en el nivel de revoluciones con el que trabaja el RX 450h.

De 0 a 100 en algo más de siete segundos y una velocidad máxima de 200 km/h se antojan más que suficiente para circular por las carreteras patrias, cada vez más sembradas de radares y artilugios recaudadores que resaltan la importancia de las verdaderas cualidades del Lexus. Un interior premium y unas equipaciones que dejan claro que uno se mueve en primera clase. Sentimiento lounge sumado a fiabilidad japonesa convierten al RX 450h en una verdadera alternativa para los que buscan un vehículo premium con efecto llamada y una propulsión híbrida que te hará dudar si el coche, en realidad, no está flotando sobre el asfalto.

En la provincia de Málaga, está disponible en los concesionarios oficiales de Lexus. En la capital, se puede encontrar en las instalaciones de Cumaca Motor en la Avenida de Velázquez, y en Marbella en sus instalaciones en la calle Juan de la Cierva.