La cantidad de posibilidades que ofrecen las plataformas a las diferentes marcas. Si hay una marca que explota a la perfección esta variable es Volkswagen. Así ha surgido también el Seat Toledo, que comparte plataforma con el Golf. Un español con genes alemanes. Una estrategia que le ha permitido a Seat resucitar lo que antaño era su modelo más vendido. Con una oferta espacial sin igual, el Toledo se vendía como rosquillas. El interrogante que se abre ahora a los clientes potenciales es la de saber si Seat ha logrado conectar de nuevo a esa excelencia de entonces.

La primera impresión es buena. El diseño renovado, en formato de berlinesa clásica, da la bienvenida a los nuevos tiempos. En el interior es inevitable apreciar que el vehículo está proyectado para puntuar, sobre todo, con un precio de entrada que se mueve al rededor de los 11.700 euros. El plástico duro no impide, sin embargo, que el Toledo puntúe con una manufacturación solida de los materiales emplazados. Agrada, especialmente, el diseño compacto del volante que destaca con su agarre. En todo caso, visto el paquete completo en relación con el precio, no hay nada que objetar.

La sencillez también impera en los asientos. Un diseño constructivo sin grandes alardes, pero que cumplen con su misión de garantizar confort, también en largas travesías. Los asientos de atrás ofrecen incluso más comodidad. En relación al techo, los posibles problemas no surgen para personas por debajo de los dos metros, la práctica totalidad de la población española, exceptuando al gremio de los jugadores de baloncesto. Cabe recordar que la longitud apenas supera los cinco metros y medio, por lo que la oferta espacial resulta destacable.

El famoso as en la manga lo saca el Toledo con su maletero. Una capacidad de 550 litros supera en 40 litros al VW Jetta y le arranca casi 200 al VW Golf. Con los asientos de atrás volcados, la capacidad alcanza incluso los 1.490 litros. Todo una declaración de intenciones. Entre la oferta de motores, la opción que más seduce el diésel de 1,6 litros. Con sus 105 caballos, mueve con soltura a los 1.265 kilos que pesa el Toledo. Echamos de menos la sexta marcha, lo que se aprecia especialmente a partir de los 140 km/h. Teniendo en cuenta el límite de velocidad, que impera por estos lares, un mal menor. Con cuatro cilindros acelera bien desde abajo, aunque por arriba se vuelve, como es de esperar, más perezoso. La impresión general es positiva. Sólo cabe remarcar que el Toledo no es el más silencioso que existe.

Pero lo importante es que gaste poco. Y aquí triunfan de nuevo los 3,9 litros de consumo por cada 100 kilómetros. Llantas de 16 pulgadas y tráfico por la ciudad lo sitúan poco por encima de los 4 litros. Con una capacidad para 55 litros, el tanque permite viajes de casi 1.000 kilómetros sin parar en la gasolinera.

En su versión de gasolina de 1,2 litros, el Toledo está disponible por algo más de 11.000 euros. En su máxima motorización, con 122 caballos, el precio supera por primera vez la escala de los 20.000 euros. Y viene con la gama de todos los extras. En su versión Style, tiene control de crucero. El nuevo Toledo está disponible en la provincia de Málaga, entre otros, en Seat Cormosa, concesionario oficial de la marca ubicado en la avenida de Carlos Haya.