El Gobierno quiere evitar a toda costa que se quemen más bosques. Para ello, prohibirá hacer cualquier tipo de fuego, fumar o incluso pasear por zonas de alto riesgo. Además, reforzará el Seprona.
Hasta el 1 de noviembre no se podrá fumar ni hacer ningún tipo de fuego en los terrenos forestales o zonas recreativas del monte, una medida contenida en el Real Decreto de medidas contra incendios aprobado ayer por el Gobierno y que deberá convalidar la próxima semana el Congreso en un pleno extraordinario.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, precisó que se trata de un conjunto de medidas extraordinarias que intentan evitar tragedias como la de Guadalajara. "Incluyen un sistema muy estricto de prohibiciones y sanciones, así como un refuerzo de la comunicación y coordinación de las administraciones mediante mejoras en los órganos de coordinación", aseguró.
De la Vega, que cifró en 11.000 hectáreas la zona devastada por el incendio, desveló que las medidas contra los incendios se estructuran en tres grandes ejes: un sistema de indemnizaciones y ayudas personales a los afectados, un conjunto de medidas extraordinarias para prevención y extinción de incendios y la mejora de los servicios de coordinación y cooperación entre administraciones.
Queda prohibido fumar en terrenos forestales, transitar por zonas de alto riesgo y quemar rastrojos, hacer fuego en zonas recreativas y quemar residuos en todo espacio abierto hasta el 1 de noviembre. La prohibición de hacer fuego en espacios abiertos se complementa con la prohibición de utilizar maquinaria en zonas forestales, salvo las autorizadas, así como con "cualquier acción que provoque combustión".
Coordinación. Además se crea un Centro de Coordinación de la Información Nacional sobre Incendios Forestales y se prevé el reforzamiento de los medios de control y vigilancia, para lo cual Interior ha recibido un mandato para establecer en el plazo de 7 días los medios necesarios para reforzar el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona).
Tras conocer estas medidas, el portavoz del grupo popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, aseguró que el Ejecutivo "llega tarde", mientra que el líder del PP, Mariano Rajoy, dijo que "cuando once compatriotas mueren, Zapatero debería haber ido a Guadalajara y no lo ha hecho. Sólo ha dicho unas palabras a última hora del miércoles, que no habrán reconfortado a casi nadie".
