El barril de petróleo supera los 67 dólares, pero a juzgar por los atascos del puente los españoles hemos decidido hacer oídos sordos a la crisis que se nos avecina; hace demasiado calor, estamos en vacaciones y ya tendremos invierno para olvidarnos de los aperitivos en el chiringuito de la playa. Años luz de distancia separan a las noticias que ocupan las portadas de los periódicos de las preocupaciones de los veraneantes; una guerra que perderán los periódicos con un descenso de ventas a menos que cambien ya las fotografías de primera de batasunos amenazantes por imágenes de fuegos artificiales u otras actividades feriantes.

En la playa se habla muchísimo de la Guardia Civil, pero casi nada del caso Roquetas, por grave que sea. Los coches patrulla apostados bajo los pilares de la autovía han pillado ya a un porcentaje significante de bañistas sin el cinturón abrochado y una cosa es que la gente ignore o pretenda ignorar que la inflación interanual se acaba de situar en el 3,3 y otra que no preocupe la multa inapelable de 300 euros a punto de llegar por correo. También se discute de fiestas, a modo de comparar si los fuegos artificiales de este año han sido más breves o más espectaculares que los del pasado, pero desde luego nada de la manera en que Batasuna-ETA aprovecha la semana grande de San Sebastián para presionar al PNV. La gente anda por otros derroteros y si se aborda la cuestión de la política, lo que sólo ocurre bajo las sombrillas de los más mayores, es más para echar de menos al desaparecido Zapatero, aunque sea para criticarle, que para comentar las desavenencias conyugales del tripartito catalán. En los corrillos de los jóvenes sobre la arena privan las comparativas entre los colocones de uno y otro la noche anterior y los que prestan atención a los telediarios dan la alarma a los casos de intoxicación por éxtasis líquido.

Los periódicos analizan las consecuencias de la manifestación de hoy en San Sebastián, el posible adelanto de las elecciones catalanas y la inevitable crisis económica por la subida del crudo. Pero esas son cosas que, a 15 de agosto, resbalan sobre la piel de la mayoría de los españoles que ya saben que a la vuelta de la esquina les esperan los madrugones, el jefe, la factura de la VISA de agosto y tantas otras cosas entre las que casi nada importan las noticias de las portadas de hoy.