Carlos de Torres / EFE. Mende

Marcos Serrano, el veterano del Liberty Seguros, tomó ayer el relevo histórico del francés Laurent Jalabert y se impuso en solitario en la decimoctava etapa del Tour disputada entre Albi y Mende, de 189 kilómetros, la más temida de lo que resta del recorrido, en una jornada de escapada consentida que permitió a Armstrong borrar otra hoja del calendario.

La historia dejó grabada la victoria de Jalabert en Mende, hace 10 años, cuando con el maillot del ONCE hizo tambalearse a Miguel Indurain con una enorme emboscada. Una década después, otro hombre de Manolo Saiz, el gallego Marcos Serrano, voló directamente a sus 32 años del aeródromo de la localidad francesa a la gloria. Así cumplía un sueño personal y daba a su necesitado equipo la primera victoria, la tercera de los españoles en la presente edición.

En día de efemérides, también era el segundo pontevedrés después de Pereiro en visitar el podio de ganadores de etapa. Fueron coincidencias, nunca casualidad, ya que Serrano se metió en la escapada del día, aguantó los tirones de sus compañeros de fuga y arrancó en su terreno, en las rampas del Monte Jalabert, donde impuso su ley de acero para entrar solo, en campeón, disfrutando de lo mejor del ciclismo. Serrano quería una etapa del Tour y la logró en uno de los sitios que no dejan indiferente a nadie, donde hay peso histórico. Ya tiene algo grande que contar a sus dos hijas.

El decano de los hombres de Saiz aventajó en 27 segundos al francés Vasseur y al belga Axel Merckx, que sufrieron los efectos colaterales del latigazo de Serrano en la subida final de 3 kilómetros con pendientes del 10 por ciento de desnivel. A 1.08 arribó el navarro Zandio (Illes Balears).

En la `otra carrera´ hubo alguna refriega en la subida. Basso volvió a cumplir con su promesa y tiró a reventar en cabeza. Se pegaron como lapas, hasta meta, Armstrong y Ullrich, aunque en principio pasó apuros. Se dejaron 37 segundos respecto a los ilustres Rasmussen, Vinokourov, Leipheimer y Mancebo.

Control a Armstrong. Lance Armstrong, maillot amarillo del Tour, fue sometido a un control sanguíneo antidopaje por sorpresa, además del tradicional control urinario. Este tipo de controles lo realizan el Ministerio francés de Deportes y la Unión Ciclista Internacional.