El rey Mohamed VI de Marruecos aludió ayer implícitamente a las manifestaciones que han tenido lugar en las últimas semanas en el Sáhara Occidental al alabar la "firmeza" de la que han hecho gala las fuerzas de seguridad marroquíes en la antigua colonia española.

Cuando se cumplieron ayer seis años de su entronización, el monarca dedicó buena parte de su discurso, que fue retransmitido en directo por la radiotelevisión pública del país, a tratar la cuestión de "la integridad territorial de Marruecos".

Comenzó por "rendir homenaje" a su "querido pueblo" por su "unanimidad y la movilización" mostradas "recientemente" en torno al Sáhara.

Mohamed VI elogió luego la "vigilancia, firmeza, sangre fría y apego a la primacía de la ley que los poderes públicos, civiles y militares, las fuerzas de seguridad, la Gendarmería Real y las Fuerzas Auxiliares han mostrado frente a las maniobras lamentables dirigidas en contra de los símbolos de tu soberanía (del pueblo)".

Durante las manifestaciones independentistas que han tenido lugar en El Aaiún y otras ciudades del Sahara Occidental desde el pasado 24de mayo se profirieron gritos contra Marruecos y algunos manifestantes quemaron banderas marroquíes.

Lo que el soberano definió como "maniobras lamentables", tenían como objetivo "provocar y atentar contra el sentimiento nacional".

En relación con las condiciones de vida de los saharauis que viven en los campamentos de Tinduf, Mohamed VI deploró lo que calificó de "aberración inédita".

El soberano afirmó que el Frente Polisario no trata a estos saharauis como "refugiados" y además niega a estas personas "el derecho de volver libremente a su patria, que es Marruecos".

Todo ello constituye, según el monarca alauí, una situación de "sitio" de los campamentos de Tinduf, por lo que a su juicio se impone una investigación internacional sobre "las desapariciones en los campamentos de Tinduf, y sobre las personas que el Frente Polisario ha deportado a la fuerza a estos campamentos".

En ellos, según Mohamed VI, "no se permite la supervisión del Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (...) ni la realización de un censo para determinar su verdadera identidad" (de los saharauis).

Mohamed VI reiteró también en su discurso la postura oficial de su país en torno a una posible salida para el contencioso del Sahara, que pasa por "una solución política consensuada y definitiva al conflicto artificial creado en torno a la marroquinidad del Sahara".