El número de peatones muertos atropellados en las vías interurbanas ha crecido un 45 por ciento en el último año, un aumento que preocupa a la Dirección General de Tráfico (DGT), como también el perfil de la víctima: mayor de 65 años, arrollado por la noche y que no usaba prenda alguna reflectante.

Ya les venía preocupando desde hace tiempo, pero a los responsables de Tráfico el balance definitivo de la siniestralidad vial en 2018 les ha ratificado en su convencimiento de la necesidad de implementar medidas que, en cualquier caso, deben pasar también por la concienciación del riesgo que conlleva cruzar una carretera.

Los datos generales ya los facilitó esta semana el director general de Tráfico, Pere Navarro. El número de peatones fallecidos tanto en vías urbanas como interurbanas ha pasado de 351 en 2017 a 386 en 2018, lo que supone un incremento de 35, es decir, de un por ciento.

Pero si nos centramos en las carreteras interurbanas, la cifra ha pasado de 103 a 149, lo que significa un alza del 45 por ciento (46 fallecidos más). Y del total de víctimas mortales, 69 fueron en autopistas y autovías y 80 en carreteras convencionales, con una subida del 41 y del 48 por ciento, respectivamente.

Mayores, de noche y sin elmentos reflectantes

Este sería el perfil del peatón atropellado en las vías interurbanas, según se deduce de los datos facilitados a Efe por el director del Observatorio de Seguridad Vial de la DGT, Álvaro Gómez.

Porque los atropellos mortales se concentran en la noche: 104 de los 149 fallecidos. Y esto es así tanto en autopistas y autovías (53 de los 69 fallecidos), como en carreteras convencionales (51 de los 80 muertos).

Opina Gómez que existe "un claro problema" de no uso de elementos reflectantes en los atropellos ocurridos durante la noche: el 83 % de los peatones fallecidos durante ese horario no llevaba ninguna prenda de este tipo para ser mejor visto.

Una mayoría de los atropellos mortales ocurren en recta: 58 % en el caso de las autopistas y autovías y 60 % en carreteras convencionales.

El perfil de edad varía en función del tipo de vía, de tal modo que en autopistas y autovías el grupo más importante de los peatones fallecidos es el de entre 35 y 54 años, con 40 de los 69 muertos.

Mientras, en las carreteras convencionales el más importante es el grupo de edad de 65 años y más, con 44 de 80 fallecidos. Es decir, más de la mitad.

¿Qué se puede hacer?

En comparación con otros países, España tiene una proporción superior de peatones fallecidos en las carretera. Algo tiene que ver el buen tiempo y la costumbre en muchos pueblos del país de salir a pasear por ellas.

De todos modos, según dice Gómez a Efe, Tráfico está haciendo un seguimiento de los datos para tomar medidas.

Ya se ha diseñado una que, en forma de real decreto, está a la espera de que se conforme el gobierno. Se trata del cambio del triángulo de señalización de accidente o avería por una luz que se colocaría encima del capó.

Gómez recuerda que, en el caso de las carreteras convencionales, ahorrará al conductor recorrer 200 metros para colocar el triángulo (en la actualidad debe colocarse a 50 metros por delante del coche y a otros 50 por detrás), lo que supone un riesgo innecesario.

En las autopistas y autovías es menos habitual que en las convencionales que los peatones las crucen, aunque algún caso hay. Pero en esas vías de alta capacidad hay un mayor porcentaje de fallecidos que son profesionales de mantenimiento de vías o conductores y pasajeros que se han bajado del vehículo en el arcén y son arrollados.

Tráfico está estudiando todos los atropellos para determinar las diferentes causas y diseñar medidas específicas, entre ellas campañas de concienciación dirigidas a este tipo de accidentalidad.