Polestar

Polestar 1 Special Edition, galería de una versión exclusiva de 25 unidades

El Polestar 1 Special Edition llega pintado en un color dorado mate con detalles a conjunto como las pinzas de freno y los cinturones en el interior

Polestar 1 Special Edition, galería de una versión exclusiva de 25 unidades

Polestar 1 Special Edition, galería de una versión exclusiva de 25 unidades

Àlex Soler

Polestar se independizó formalmente de Volvo, aunque sigue dentro del Grupo Geely, en 2017 para crear coches eléctricos deportivos de altas prestaciones. La firma sigue preparando las versiones más prestacionales de la marca sueca, pero ya cuenta en su gama con dos coches, el Polestar 1 y el Polestar 2. El primero significó su entrada en el mercado confiando en la hibridación enchufable para triunfar, mientras que el segundo es ya eléctrico. Lanzado en 2019, el Polestar 1 encara ahora el final de su vida, puesto que la marca se propuso producir 1.500 unidades únicamente, 500 por año desde 2019, y lo hace con una edición especial para retirarse por la puerta grande.

El Polestar 1 Special Edition será la guinda del pastel en la corta vida de un modelo que sorprendió en su día gracias a su combinación de un motor turbo de gasolina de 2.0 litros y un motor eléctrico para ofrecer 620 CV de potencia y 1.000 Nm de par máximo. Todo, junto a una batería de 34 kWh de capacidad que entregaba más de 120 kilómetros de autonomía 100% eléctrica. Un concepto rompedor en el momento de su presentación y aún hoy uno de los híbridos enchufables con más alcance eléctrico del mercado.

Solo 25 unidades de las últimas 500 que se producirán este año, 25 vehículos que se convertirán en piezas codiciadas, ya que su precio será de 155.000 euros, el mismo precio que el del resto de versiones del coche, por lo que supone conseguir una unidad muy exclusiva por el mismo precio que las demás, aunque el Polestar 1, con solo 1.500 unidades ensambladas, es ya de por sí un coche exclusivo. La peculiaridad de esta variante será su color dorado mate, con el logotipo de la marca también en el mismo color, así como los retrovisores o las pinzas de freno. En el interior, se acabará con costuras de contraste en color dorado. No habrá incremento de prestaciones, ni de equipamiento, siempre el mismo.

"Es difícil pensar que nuestro precioso coche termina su producción a finales de año. Rompimos nuestros límites con este coche, no solo en términos de ingeniería, sino también con su diseño y ejecución", dice Thomas Ingenlath, consejero delegado de Polestar. "No lo diseñamos para competir con otros coches o para satisfacer a un cliente en particular. El Polestar 1 se creó para romper límites y explorar una nueva era lanzando además la marca con una fuerte declaración de intenciones", añade.