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Renault Scénic Vision, el futuro también es del hidrógeno

Aunque el futuro Scénic, que llegará en 2024 será 100% eléctrico, Renault trabaja en propulsores de hidrógeno para la próxima década.

Renault Scénic Vision, el futuro también es del hidrógeno

Renault Scénic Vision, el futuro también es del hidrógeno

Álex Soler

El futuro no es únicamente eléctrico. Al menos así lo creen marcas como Renault, que confían también en el hidrógeno para descarbonizar la movilidad. Un elemento -el más abundante de la Tierra- que convertido en carburante tiene el potencial de ofrecer repostajes cortos y altas autonomías. Todo ‘cero emisiones’ si el hidrógeno se consigue mediante procesos limpios. La marca francesa adelanta su interés por el hidrógeno con el nuevo Scénic Vision, un prototipo que adelanta cómo será su familiar del futuro, que confirma que llegará en su versión de producción en 2024.

Renault lo ha presentado en la cumbre ChangeNOW, celebrada en París para mostrar su “compromiso con el desarrollo sostenible y reflejar su plan para descarbonizar su ciclo de vida”. El Scénic Vision es un ejercicio de diseño, pero también de eficiencia, reciclaje y reducción de emisiones, todo en el envoltorio de un nuevo hijo de la ‘Renaulution’, la estrategia bajo la cual la marca quiere generar más valor por cada unidad, reposicionando Renault en el mercado y centrándose en la rentabilidad y no el volumen de ventas.

Aunque todo en el Scénic Vision es novedoso, quizá lo más llamativo es la tecnología H2-Tech, que Renault define como un sistema “híbrido, a la vez eléctrico y de hidrógeno, equipado con una pila de combustible”. Este sistema permitiría al coche circular con electricidad o generarla con hidrógeno -liberando únicamente vapor de agua- para extender su autonomía. Sin datos concretos, se presupone que la autonomía eléctrica será corta porque la batería será más pequeña, pero el sistema en conjunto, promete Renault, permitirá conducir hasta 800 kilómetros sin tener que parar a recargar o repostar hidrógeno en una maniobra que lleva cinco minutos. Renault admite, sin embargo, que esta propulsión no tendrá sentido hasta la próxima década, “cuando la red de estaciones de servicio de hidrógeno sea los suficientemente densa”.

El diseño del futuro

Aunque este coche tiene mucho de experimento, Renault dice que anticipa el diseño exterior de su familiar del futuro, que llegará en 2024 en forma de coche 100% eléctrico, al tiempo que experimenta con las formas que conformarán los habitáculos más adelante. Estéticamente sigue la línea de lo adelantado con, por ejemplo, el Renault 5 Concept, presentando líneas muy marcadas y angulosas que le aportan carácter y presencia. Cuenta con el nuevo logotipo de la marca, iluminado en el frontal y la zaga. Renault está creando un lenguaje estético muy definido que inauguró con el Mégane E-Tech Electric y servirá para reconocer a su gama de eléctricos.

En cuanto al interior, presenta una estética futurista y avanzada pero también muy minimalista. Renault propone un espacio amplio, de superficies limpias y anchas basadas en las líneas rectas, para ganar todavía más sensación de amplitud. El ecosistema digital lo forma una enorme pantalla horizontal que cruzaría el salpicadero y varias pantallas pequeñas en los controles específicos del sistema de climatización, entre otros.

La firma sonora del Scénic Vision va a cargo de Jean-Michel Jarre, compositor y productor discográfico francés, que aportará su toque personal y su experiencia en el campo de la música la investigación electroacústica y se convertirá en embajador de la marca.

Sostenibilidad y seguridad

Renault asegura que la huella de carbono -contando su producción y final de vida útil- un 75% menor a la de su eléctrico Mégane E-Tech Electric. La marca lo consigue, dice, mediante un proceso de fabricación ‘cero emisiones’ y contando que durante la marcha tampoco genera emisiones. “Este coche encarna la transformación de Renaulution hacia una empresa más ecológica y tecnológica. Abarca los retos del clima y abre un nuevo capítulo en el desarrolo de nuestro vehículos, pensando desde el diseño hasta el final de su vida útil”, explica Cléa Martinet, directora de desarrollo sostenible de Renault.

El Scénic Vision está producido en un 70% a partir de materiales reciclados y más del 95% del vehículo es reciclable. Por ejemplo, el piso del habitáculo se forma a partir de plásticos residuales, como botellas, y el 30% del plástico total usado en el coche es de origen biológico. El cuero se elimina de las opciones en favor de poliéster 100% reciclado y la pila de combustible de hidrógeno se fabrica en fibra de carbono a partir de papel reciclado. Los neumáticos proceden de un fabricante “comprometido con la responsabilidad medioambiental”. No se ha dejado nada al azar ni se ha optado por el camino fácil. Cada componente está fabricado del modo más respetuoso con el medioambiente.

En cuanto a los sistemas de seguridad, la marca francesa integra, como novedades, un sistema de cámaras que muestran en las pantallas del salpicadero el entorno inmediato del coche para ganar un 24% de campo de visión y el sistema Safety Coach, una interfaz de evaluación de riesgos capaz de compensar los despistes del conductor y de aconsejarle acciones para mejorar sus hábitos de conducción.

Así es el Renault Scénic Vision, un experimento de eficiencia y sostenibilidad del cual se pueden extraer pistas sobre cómo será el nuevo Scénic, que llegará en 2024 para convertirse en el familiar de la Renaulution.