Lexus ES 300h

El nuevo Lexus ES 300h es mucho más de lo que nos esperábamos

El Lexus ES 300h nos enamora por su comportamiento y nos sorprende con la eficiencia de su motor híbrido

El nuevo Lexus ES 300h es mucho más de lo que nos esperábamos

El nuevo Lexus ES 300h es mucho más de lo que nos esperábamos

Edgar Vivó

El Lexus ES 300h nos ha reconciliado con las motorizaciones híbridas y ha hecho que admire todavía más a la marca Lexus por su buen hacer. Cuando lo conocimos a principios de año en su presentación nacional destacamos principalmente sus espejos retrovisores electrónicos, cuando lo cierto es que este gran detalle tecnológico se queda en nada si lo comparamos con su soberbio comportamiento.

Lexus actualizó a principios de 2021 el ES 300h con ligeras mejoras estéticas, mayor tecnología y optimizaciones mecánicas, con el fin de elevar la seguridad, el confort y la calidad de vida a bordo. Pero sin duda, novedad más destacada es la introducción de unos espejos retrovisores digitales. Éstos sustituyen los clásicos cristales del exterior por dos apéndices con cámaras integradas, mientras que en el interior se instalan dos pantallas de 5 pulgadas situadas en los pilares ‘A’.

Éstas se ubican allá donde normalmente dirigiríamos la vista para mirar si se acerca alguien por los flancos, por lo que presentan una posición más “natural” que algunos rivales que ya emplean esta misma tecnología. Eso sí, mentiríamos si no dijésemos que requieren un periodo de adaptación, ya que al principio siempre se mira antes a las cámaras que a las pantallas.

Los espejos digitales ofrecen algunas ventajas respecto a los clásico retrovisores como: una mejor aerodinámica de la carrocería por su esbelto diseño y por tanto un menor ruido del viento, si bien los avances más importantes corresponden a la seguridad, ya que elimina los temidos ángulos muertos con una opción que amplía la perspectiva, y mejora notablemente la visión por la noche o en zonas oscuras como túneles y, sobre todo, en situaciones climatológicas adversas, ya que ni se llenan de agua ni se empañan, permitiendo una visión totalmente clara incluso cuando caen auténticos aguaceros.

Los espejos permiten distintas configuraciones para adaptarse a los gustos y necesidades de cada usuario. Se puede modificar la altura y el ángulo de visión, la luminosidad, se puede activar la función de ángulo muerto, y la presencia de unas guías virtuales de proximidad en el perímetro del vehículo.

Pese a estas últimas, lo cierto es que cuenta hacerse una idea real de la distancia real de los coches u objetos de alrededor. Esto no supone un problema en la conducción, donde se juega con márgenes mucho mayores, pero sí es un contratiempo a la hora de aparcar un coche como este que mide prácticamente 5 metros de longitud. Incluso con el apoyo de los sistemas de ayuda al aparcamiento da un poco de miedo meter este coche en algunas plazas de garaje ya que en ningún momento tiene una referencia visual real en los flancos del vehículo. Hay que tener fe ciega, y nunca mejor dicho, en la tecnología.

Un Interior de auténtico lujo

Las pantallas interiores de los espejos digitales no hacen más que reforzar la exclusividad de un habitáculo sencillamente impecable, y más si hablamos de la versión tope de gama denominada Luxury, que es en la única que se ofrecen de serie los retrovisores electrónicos de serie. En el resto de versiones ni si quiera están como opción.

El interior tiene un diseño sobrio y elegante, y cuenta con materiales de altísima calidad como cuero madera en muchísimos de los elementos que nos rodean. Los ajustes entre piezas son insuperables y el cuidado al detalle digno de manos artesanas, lo que hace no sólo que tengamos una sensación de exclusividad absoluta, sino que además el interior se mantenga igual con el paso de los años, sin la aparición de chirridos y crujidos. No existe una superficie en el que el tacto sea blando y agradable, o donde veamos que alguna pieza baila o no encaja bien.

Otro apartado a destacar en el habitáculo de la ergonomía, que cabría de catalogar sencillamente como perfecta. No sólo porque los asientos y volante cuenten con multitud de regulaciones mecánicas y con memoria, sino también porque el mullido de los propios asientos es extraordinario por su mix de dureza y confort, porque cuentan con climatización propia, o porque todos los mandos están al alcance de conductor y acompañante.

Pero ya que hablamos de los mandos tenemos que mencionar una de las pocas cosas que no nos ha gustado del ES 300h. Y no se trata de algo específico de este modelo, sino de los Lexus en general. Resulta chocante que a estas alturas los modelos de la firma japonesa sigan sin emplear una pantalla táctil desde donde se manejen los elementos de equipamiento del vehículo. A cambio tenemos un panel táctil en medio de los asientos que tiene un manejo complejo y muy poco preciso, ya que seleccionas cosas que no quieres y cuando tampoco lo deseas.

Hasta ahora hemos hablado de las plazas delanteras, pero en una berlinacomo el Lexus E 300h también hay que hacerlo de las traseras. Y es que cuenta con una enorme banqueta posterior que puede albergar hasta tres ocupantes, aunque realmente se disfruta cuando viajan sólo dos personas en sus asientos exteriores. El espacio para las piernas, caderas y cabeza es extraordinario, el confort que ofrece el asiento inmejorable, y además disfruta de un reposabrazos extraíble desde el que se pueden manejar casi todos los elementos de confort, infoentretenimiento y conectividad del vehículo: desde la climatización de cada plaza hasta la utilización de las corinillas de los cristales y pasando por la sintonía del equipo de audio.

Y lo mejor de todo es que estas gigantes plazas traseras no restan espacio a un gran maletero de nada menos que 454 litros de capacidad.

Motor y comportamiento del Lexus ES 300h

Como decimos, la integración de los espejos electrónicos es quizá lo más llamativo del nuevo ES 300 h, pero sería muy injusto decir que es lo mejor de su renovación, ya que este Lexus ha dado un gran paso al frente en algo que ya era excelente: su comportamiento.

El ES 300h 2021 se asienta sobre la nueva plataforma GA-K, más ligera y rígida, lo que favorece las prestaciones del sistema de propulsión híbrido, que combina un motor gasolina de cuatro cilindros con 2.5 litros y 178 CV, asociado a un cambio de marchas automático de tipo CVT, y que trabaja en conjuntamente con un motor eléctrico para entregar una potencia máxima de 218 CV. Esta hibridación permite a este Lexus lucir la etiqueta ECO en su parabrisas.

Se trata de un motor de reacciones siempre progresivas aunque no faltas de contundencia, y que destaca principalmente por su frugalidad, logrando unas cifras de consumo extraordinarias para el peso y tamaño del vehículo, ya que no a ritmos normales y sin cuidar demasiado la eficiencia es fácil rodar por debajo de lo 5,5 l/ 100 km.

Pero si nos tuviésemos que quedar con algo de este nuevo Lexus, no serían ni sus espejos ni su extraordinaria eficiencia, sería con su comportamiento en carretera. Todo en el ES 300 h está pensado para lograr una calidad de rodadura insuperable: la aerodinámica de la carrocería reforzada con los espejos retrovisores digitales, las permisivas suspensiones, el tacto de la dirección, las reacciones del motor, y, sobre todo, una insonorización de referencia en su segmento. La ausencia casi total de ruidos y vibraciones provenientes del exterior, junto con la suavidad del motor, hace que parece que vayamos montados sobre una alfombra voladora.

Eso sí, no trates de divertirte en un tramo de curvas con el ES, ya que se trata de un coche pensado para el confort, y pese a que tiene una respuesta y precisión, le falta algo de dureza en las suspensiones y una dirección más directa. Sería del género absurdo recomendar este coche a alguien que busque prestaciones deportivas, pero en cambio pocas opciones podrían superarlo en el caso de que se precise un coche pensado para recorrer largas distancias.

El Lexus ES 300h nos ha enamorado. Salvo dos detalles fácilmente mejorables nos parece un coche redondo. El mejor defensor posible para un segmento tan tocado como el de las berlinas, y la prueba fehaciente de que un buen híbrido es tanto o más eficiente que un diésel.