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La Opinión de Málaga
Ver galería >Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
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Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
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Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
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Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
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Gregorio Marrero
Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
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Gregorio Marrero
Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
Gregorio Marrero
Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
La Opinión
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Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
La Opinión
Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
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Sin los gritos y los móviles de los (jóvenes) aficionados al cine en los aledaños del Cervantes, comenzó el Festival de Málaga con un photocall sin alfombra roja pero con el glamour del Hotel Miramar. Más tarde, en el Teatro Cervantes, que redujo su aforo, se celebró la gala inaugural de la 23ª cita con el cine español de la ciudad que, por culpa del coronavirus, no se celebró el pasado mes de marzo.
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