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La Opinión de Málaga
Ver galería >Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
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Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
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Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
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Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
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Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
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Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
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Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
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Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
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Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
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Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
Héctor Martínez Carozo
Cientos de niños participaban en el cortejo procesional organizado por el Colegio Gamarra, de Málaga capital, en una procesión que ya es tradicional del Viernes de Dolores y que está cogiendo mucho peso. Los pequeños con faraona, otros bajo el capirote, algunas niñas vestían de mantilla y los más mayores lo hacían bajo los varales del Señor de la Soledad, antiguo titular de la Cofradía del Dulce Nombre, y la Madre del Buen Camino, obra de José María Ruiz Montes y que están todo el año en el colegio.
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