Sobre las 10 de la noche, cuando la lluvia ya arreciaba sobre Málaga, José Antonio Zambrana, vecino de la calle Seda del distrito de Campanillas regresaba de trabajar en el campo. Entonces, asegura, la preocupación ya le había invadido por lo que podía provocar una lluvia tan intensa: "Ay, Dios mío, la que se va a liar en Campanillas". Los vecinos se sienten abandonados por el Ayuntamiento.