Un problema que se ha dejado crecer demasiado tiempo. Ya en 2005 se contabilizaron en Madrid 1.700 ejemplares. El Ayuntamiento de Madrid sacrificará a las cotorras con un gas letal; un proceso no doloroso que cumple con la ley de bienestar animal. En Sevilla, con 4.000 ejemplares censados, también trabajan ya en rebajar su población.