Una vecina de la pedanía antequerana de Bobadilla Estación ha sido encontrada muerta en su propia casa, atrapada en una cama abatible que había comprado recientemente. Según apuntaron los familiares, un fallo en el montaje del mobiliario fue el causante del fallecimiento.

La víctima, de 73 años, cuyas iniciales son P. H., había comprado la cama días antes para que la utilizaran sus dos hijos cuando fueran a visitarla, ya que viven fuera del anejo, uno en Antequera y otro en Castellón. "Nos extrañamos al no verla comprando el pan, como cada mañana", explicó la cuñada de la víctima, Josefa Zambrana.

Los hijos comenzaron a preocuparse después de llamar varias veces al domicilio sin obtener respuesta. "No cogía el teléfono y no la veían por ningún lado, así que esa misma mañana fuimos directos a la casa", detalló desconsolado el hijo que vive en Antequera.

La sorpresa llegó cuando entraron en el domicilio a buscar a su madre y no la encontraron en ninguna de las habitaciones, aunque todo estaba intacto. "Sus gafas, sus anillos y el mando de la teleasistencia estaban donde siempre, incluso llegamos a abrir un poco la cama abatible, pero no nos imaginábamos que podría estar allí", apuntó la cuñada.

Sobre las cuatro de la tarde, una de las nueras de la fallecida decidió volver a la casa a buscarla y la encontró atrapada entre el colchón y la pared del mueble. "Llamamos rápidamente a la policía, no nos lo podíamos creer, habíamos estado esa misma mañana en la casa y no la habíamos visto", especificó Josefa.

El cadáver fue trasladado al Palacio de la Justicia, en Málaga, donde se le realizó la autopsia. No obstante, los hijos de la víctima aún están a la espera de los resultados para conocer los motivos y la hora de la muerte. "Lo único que sabemos es que a mi madre le tendieron una trampa mortal y vamos a pedir responsabilidades", afirmó uno de los sucesores.

La familia de la fallecida informó a este periódico de que emprenderá medidas legales contra la empresa en la que adquirieron la cama abatible ya que consideran que hubo un fallo por parte de ésta tanto en la fabricación como en el montaje del mobiliario. "Fue rápido y chapucero, además de no contar con el sistema de seguridad adecuado y no probarla al terminar", detalló el hijo.

La muerte se produjo en la noche del pasado martes, no obstante, los familiares no dieron con la fallecida hasta el día siguiente, a las cuatro de la tarde. Entre las hipótesis sobre la causa de la muerte, se baraja que la mujer pudiera haber muerto por asfixia ya que el cuerpo quedó atrapado. Esta vecina, natal de la pedanía antequerana de Bobadilla Estación, fue enterrada el jueves en la Iglesia Nuestra Señora de los Dolores, donde familiares y vecinos le dieron su último adiós.