Juan Santos Gutiérrez, cronista oficial de Coín, recibió ayer sepultura entre familiares y amigos en el cementerio de San Fernando de la localidad, tras su fallecimiento el jueves en el municipio de Marbella, donde residía con sus hijos.

Juan Santos murió a los 88 años después de haberse ganado el cariño y respeto de todos sus paisanos. Aunque su profesión era la abogacía, el periodismo era su gran vocación. Tal es así, que en 1956 fue nombrado cronista oficial de Coín.

A lo largo de su vida, Juan Santos ha estado muy implicado en la actividad del pueblo. Fue hermano mayor de la Hermandad de Nuestra Señora la Virgen de la Fuensanta, concejal de Cultura del Ayuntamiento y corresponsal del diario Sur.

En 1968, un artículo publicado por Juan Santos, ´El ocaso de un pueblo rico´, en el que hablaba de la estrechez de las entradas a Coín, provocó el malestar del penúltimo gobernador franquista, que lo destituyó como cronista oficial.

Su vida junto a su esposa ha estado a caballo entre Coín y Marbella, ya que sus tres hijos se trasladaron a la localidad costera, pero Juan Santos era propietario del número 21 de la calle Vicario, una de las grandes casas más bonitas y andaluzas de Coín.

En reconocimiento a su trabajo y amor por Coín, el Ayuntamiento le restituyó como cronista oficial en 2003 y fue el pregonero de las fiestas de primavera en mayo de 2004. Sus allegados le recuerdan como un hombre bueno, culto, cabal y una de las personas más relevantes de la cultura del siglo XX en Coín y, sobre todo, como un coineño de la cabeza a los pies.