El carril era usado antaño como un camino de animales. En los años 80 se adecuó para el paso testimonial de coches y otro tipo de vehículos. Ahora, la población ha proliferado en los alrededores, pero el vial que conecta entre sí a los pueblos de Almogía, Valle de Abdalajís, Álora y a las poblaciones ubicadas al sur del Torcal sigue como hace más de 20 años: lleno de chinos, baches y curvas.

"Es un camino de los años 30 en pleno siglo XXI. Una auténtica vergüenza. Nos dificulta nuestro día a día y en ocasiones sentimos peligrar nuestra seguridad, ya que cuando llueve en la zona no podemos ni salir de nuestras casas... Pero es que ni una ambulancia podría entrar a este lugar", denunció Antonio Molero, un vecino residente en una pedanía de Almogía, La Habana, que ayer se mantenía encerrado en el ayuntamiento de esta localidad junto a 50 personas más para exigir el arreglo inmediato del carril.

Ésta no es la primera reivindicación que protagonizan los vecinos de esta zona de la provincia de Málaga. De hecho, están acostumbrados a "pelear" con las administraciones para exigir el arreglo de los viales del entorno que aún se presentan como "desfasados" carriles de tierra.

"La lucha nos ha permitido conseguir el arreglo de la carretera que une La Joya con Valle de Abdalajís. A ello se une la mejora del camino de Alhaja Prieta y esperamos que la Junta no haga oído sordos y ponga fecha de inicio a las obras de mejora de este carril", dijo Antonio Ruiz Muñoz, uno de los vecinos impulsores de la concentración.

"Este invierno lo he pasado muy mal. Dos arroyos bordean la zona y venían muy crecidos, hasta el punto de que ni el coche pasaba por lo empantanado que estaba el camino; además del miedo de que en cualquier momento los arroyos se salieran de su cauce", lamentó Inma Molero, otra vecina de La Habana, una de las poblaciones más afectadas por la falta de determinación de la Junta a la hora de arreglar el camino, ya que se encuentra en medio del vial.

Hoy hay prevista una reunión entre los vecinos afectados, responsables políticos de la corporación del Consistorio de Almogía y el delegado de Agricultura, Antonio Moreno, para llegar a un acuerdo que les permita cerrar una fecha de inicio para las obras. Mientras, los colchones y sábanas siguen echados en medio del salón de plenos.