En 1974, cuando Tobalo González abrió el ´Bar Benito´, en el popular barrio de San Francisco, no era muy habitual que los clientes pidiesen una tapa. "Aquí venían las gentes del campo y los albañiles y te pedían un café, un aguardiente o una copa de vino, pero nadie pedía nada de comer", relataba.

Pero con el paso de los años todo cambió. Su hijo Benito se hizo cargo del bar y elaboró una completa carta de tapas, entre las que estaban el jamón, el queso, el pescaíto frito, el revuelto de patatas y otros suculentos manjares de la comarca rondeña. La cosa funcionaba bien y las mesas se llenaban a diario de personas dispuestas a comer lo mejor de la huerta y de las granjas de la zona. Pero como en todo, siempre hay que buscar nuevos sabores.

Un día de 1990, Benito estaba comiendo en un restaurante de Sevilla y le pusieron un plato combinado: filetes, pimientos fritos, tomate y varias lonchas de jamón. Como se puede esperar estaba muy sabroso y entonces se le ocurrió la idea: "¿Y si meto todo esto en un bollo rondeño y lo pongo de tapa?"

Dicho y hecho. Nada más sacar las primeras unidades, el éxito no se hizo esperar y los clientes empezaron a demandar lo que fue denominado como el ´serranito´, una tapa completa y muy económica, si se tiene en cuenta que cuesta sólo un euro y medio.

En los calurosos meses de verano, Benito llega a despachar hasta 400 ´serranitos´ a la semana e, incluso, ya hay turistas que han oído hablar del exquisito bollo y llegan con la idea de probarlo. Además, la tapa ya se ha extendido por la mayoría de los bares de la ciudad del Tajo y por numerosos puntos gastronómicos de Andalucía.

Pero para preparar un buen ´serranito´ hay que tener en cuenta varios e importantes detalles. Primero, que el filete debe ser del lomo del cerdo; después, que el aceite ha de ser de oliva virgen y, además, los tomates deben estar en su punto exacto de maduración. Por último, si el pimiento procede de las huertas del fondo del Tajo, pues mucho mejor. Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de prepararse un auténtico ´serranito´ es elegir bien el bollo, que por supuesto debe ser cocido en una panadería de la ciudad rondeña.

Benito es conocido por sus ricos ´serranitos´, pero esta merecida fama también le ha costado algún disgusto que otro. Y es que cuando se forma la bulla, con todas las mesas llenas, hay que cortar el jamón lo más rápido posible y en más de una ocasión se llevó un corte en la mano, aunque sin mayores consecuencias. Hago la foto a Benito con los ´serranitos´ y pasamos a la práctica. La verdad es que está muy bueno.