El abogado de los familiares de la joven irlandesa Amy Fitzpatrick, desaparecida en Mijas (Málaga) el 1 de enero de 2008, ha denunciado el robo de documentación confidencial sobre las llamadas recibidas de personas que han aportado información que pudiera ayudar a la investigación.

El robo se produjo la madrugada del pasado martes, 4 de mayo, en la planta baja de la vivienda del letrado, situada en un municipio del litoral malagueño, cuando éste se encontraba durmiendo en la primera planta de la casa, según ha explicado a Efe el abogado, Juan de la Fuente.

La documentación se encontraba en una carpeta sin identificar, junto a expedientes de otros casos que gestiona que no han sido sustraídos, ha explicado.

El letrado ha relatado que llegó a casa sobre la una de la madrugada, tras cenar con la madre de Amy, Audrey Fitzpatrick y su compañero sentimental, Dave Mahon, a su regreso de Irlanda, donde estos se han reunido con las autoridades del país para pedirles su colaboración en la búsqueda de la joven.

De la Fuente no se percató hasta la mañana del martes del robo, cuando comprobó que la puerta de acceso al jardín había sido forzada y echó en falta la mencionada carpeta, así como su cartera y las llaves de la puerta principal de la vivienda, que halló junto a la piscina.

Posteriormente se dio cuenta de que también le habían robado el coche, aparcado dentro de la vivienda unifamiliar, en cuyo interior llevaba fotografías de la joven, así como un dispositivo portátil de almacenamiento de datos que contenía la misma información sobre las llamadas que la mencionada carpeta.

El abogado ha llamado la atención sobre el hecho de que en el robo no se hayan llevado objetos de valor como aparatos electrónicos.

Audrey Fitzpatrick y Dave Mahon han difundido hoy un comunicado en el que informan del mencionado robo y recuerdan que ellos sufrieron hace un año en su vivienda el robo del teléfono móvil de Amy, sin que los ladrones se llevaran otros objetos de valor.

Los familiares de la joven ofrecieron el pasado 16 de abril una recompensa de un millón de euros para quien aporte una pista fiable sobre el paradero de la Amy.

Sólo una mínima parte de las llamadas han sido consideradas relevantes, aunque todas ellas apuntan a una misma persona, que ha vivido en España aunque ya no reside en este país.

La joven Amy, que entonces tenía 15 años, pasó la Nochevieja de 2007 en casa de su amiga Ashley Rubio, situada en la urbanización Calypso de Mijas-Costa, donde ambas estuvieron cuidando del hermano pequeño de ésta última.

La mañana del 1 de enero de 2008 fueron a la vecina localidad de Fuengirola y tras almorzar visitaron el zoco de Calahonda y regresaron a la vivienda, según explicó en su día Ashley.

Según esta versión, que fue corroborada por la madre de Ashley, Amy Fitzpatrick se marchó sobre las 22.00 horas para dirigirse a su casa, ubicada en la urbanización Riviera del Sol.

En las fechas de su desaparición, Amy Fitzpatrick tenía el cabello moreno, ojos azules y 1,65 metros de estatura, estaba delgada y vestía un chándal cuando fue vista por última vez. efe