Los once municipios del litoral occidental tienen una meta pendiente. La Mancomunidad de Municipios, que los agrupa, y la Diputación de Málaga pretenden que sus regidores se pongan de acuerdo, al menos, en la protección de sus espacios naturales y pacten un compromiso: reducir un 20% las emisiones de dióxido de carbono.

Los representantes de ambas instituciones suscribieron ayer un convenio de colaboración en materia medioambiental en Marbella. Por parte de la Mancomunidad, firmó su presidente, Juan Sánchez. Y, por la de la Diputación, su delegado de Medio Ambiente, Miguel Esteban. Entre los objetivos, figuraba el ya citado. Pero no era ni mucho menos el único. Están dispuestos a extender la declaración de zona protegida. "Hay espacios, caracterizados por su singularidad y belleza, que carecen de este estatus", señaló Esteban. Las cuevas de Nagüelles, en Marbella, o las playas naturales de Manilva constituyen algunos ejemplos.

Asimismo, quieren crear un mapa sobre el consumo de agua en la zona. A este respecto, Esteban reseñó que la comarca de la Costa del Sol es la que menos consumo registra en la provincia, con 210 litros por habitante y día.

Un observatorio comarcal de sostenibilidad completa la iniciativa. Sería el primero de la provincia. Su misión sería estudiar los recursos naturales existentes, evaluar la protección de la zona y analizar los hábitos de los residentes, el uso humano de estos recursos.